República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Universitaria
Instituto Universitario de Tecnología de Estado
Bolívar
PNF Ingeniería en Mantenimiento
Unidad Curricular: Formación Socio-Política
Sección: X-MTTO-1M/2M
Cuidad Bolívar - Estado Bolívar
EL CAPITALISMO MONOPOLISTA,
(Imperialismo).
PROFESORA: INTEGRANTES:
Karla
Yanez Chiraspo, Ana
C.I:
25.361.407
Flores, Griselle
C.I: 26.397.532
Lugo, Gabriela
C.I: 25.849.509
Torres,
Mariana
C.I: 25.080.957
C.I: 25.080.957
Ciudad Bolívar, Mayo de
2017
Características del imperialismo
El fenómeno imperialista presento diversos
rasgos, entre los que se destacan:
- Fue
desarrollado por las principales potencias industrializadas europeas, como
Gran Bretaña, Francia, Bélgica y Alemania, sobre Asia, África e islas del
Pacifico.
- Funciono
a manera de proyectos empresariales privados, es decir, grandes compañías
que buscaban negocios rentables y que contaban con el respaldo de sus
gobiernos los cuales les brindaban apoyo militar para imponerse a la población
nativa.
- La
colonización fue realizada por una minoría de europea mediante una ocupación
rápida y planificada de los territorios en los cuales se establecían
actividades como la agricultura.
- Se
convirtió en factor generador de fuentes luchas entre las potencias por el
control de las colonias, presentándose varios conflictos entre distintas
potencias coloniales europeas.
- Las
navegaciones para tratar de resolver estos conflictos también estuvieron a
la orden del día. Gran Bretaña y Rusia por ejemplo, acordaron respetar sus
áreas de intereses en Afganistán y Persia.
- Dominio
político y económico de una nación poderosa sobre otra más débil.
- La
concentración de la producción y del capital llega hasta un grado tan
elevado de desarrollo, que crea los monopolios, los cuales desempeñan un
papel decisivo en la vida económica.
- La fusión del capital bancario con el
industrial y la creación, sobre la base de este “capital financiero”, de
la oligarquía financiera.
- La
exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías,
adquiere una importancia particularmente grande.
- Formación de asociaciones internacionales
monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten el mundo.
- La
expansión económica e industrial del capitalismo monopolista.
El paso al imperialismo
El
imperialismo no es un modo de producción diferente al capitalismo, es solo su
etapa más avanzada. El imperialismo se refiere a todo tipo de dominio político
y económico que ejerce una nación poderosa sobre otra más débil, la cual se
convierte en colonia de la metrópoli imperial; sin embargo, a lo largo de la
historia sean transformado las características de este fenómeno mundial, de
acuerdo con las circunstancias socioeconómicas y culturales propias de cada
momento y de cada potencia imperialista en particular. En el contexto de la Segunda
Revolución Industrial, el imperialismo se manifiesta principalmente a partir
del último tercio del siglo XIX, cuando las economías capitalistas europeas
experimentan un proceso de concentración monopolista.
Este
tipo del imperialismo que, iniciado a fines del siglo XIX, cubre un periodo de
casi cien años, surgió en relación con la gran expansión económica e industria
del capitalismo monopolista, y constituye una nueva forma de explotación
colonial que no obstante distinta a la que se diera durante la etapa
mercantilista, en esencia se trata en ambos casos de una relación desigual
entre metrópoli y colonias.
La
principal diferencia entre ambos sistemas se da en el aspecto económico, y
consiste en la revolución industrial que media entre una y otra época,
transformando los requerimientos de las potencias capitalistas bajo condiciones
de dependencia. Así, por tratarse de una nueva forma de colonialismo, el
imperialismo del periodo 1870-1914 recibe también el nombre de neocolonialismo.
Los
monopolios y el libre mercado
Los
monopolios bancarios y el nuevo papel del banco
Cuando la concentración de la producción se
acentuó aún más y los monopolios adquirieron significado decisivo en la vida
económica. Fue precisamente en esta etapa en que el capitalismo industrial se
convirtió en imperialismo.
Tres
rasgos esenciales componen la esencia del monopolio: a) concentración en sus
manos de una gran parte de la producción que le asegura una situación dominante
en una o varias ramas de la economía; b) posibilidad de imponer dentro de
ciertos límites los precios en el mercado; c) apropiación de una alta ganancia
de monopolio como forma de realización económica de su dominio.
La
demanda de los monopolios en cuanto a la inversión de capitales era casi
imposible de ser satisfecha por un solo banco, de ahí que se impulsó también
una concentración y centralización, pero esta vez en la circulación bancaria,
por medio del crecimiento del capital propio, a través de la acumulación de
parte de las ganancias. Fue de esa manera que pudieron responder a las necesidades
de los monopolios., mediante el otorgamiento de grandes créditos y a largo
plazo.
El
aumento de la demanda de crédito por parte de la industria, originó una lucha
competitiva en el capital bancario. Los más débiles eran desplazados por los
más fuertes o eran absorbidos por estos. Todo ello condujo a la concentración
del capital de préstamo en un número reducido de grandes bancos, lo cual se
erigió en base del surgimiento de los monopolios bancarios.
Los
bancos entonces cambian su papel. Antes de que ocurriera el fenómeno descrito,
los bancos servían de intermediarios en las operaciones de pago. Recibían
depósitos de capital monetario inactivo, a ingresos de otras clases sociales en
forma de dinero, convirtiéndolo en capital monetario activo, contribuyendo a
reducir el mínimo el capital necesario para la circulación del capital social,
creando estímulos que facilitan la circulación monetaria a través de billetes
de banco, letras de cambio, pagarés, etcétera.
Este
papel contribuyó a la concentración y centralización del capital monopolista
industrial, pero además, por el poder que adquieren estos monopolios bancarios,
estos quedan en condiciones de controlar y conocer, la producción exacta de las
grandes industrias que financian, ejerciendo poder sobre ellas. Comienza
existir entonces una dependencia entre el capital bancario y el industrial,
dando lugar incluso, a relaciones de copropiedad entre uno y otro monopolio, y
originándose el capital financiero.
La
oligarquía financiera mundial
Los bancos, que son empresas capitalistas
que se dedican a prestar dinero a interés a los industriales, comerciantes y
latifundistas y a financiar operaciones de tipo especulativo, también empiezan
a formarse monopolios a fines del siglo XIX. Llegan a ser tan importantes que
ellos determinan a quienes deben o no conceder créditos. Los bancos compran
acciones de los monopolios industriales y estos adquieren acciones de los
bancos. Se produce así, a comienzos del siglo XX, la unión del capital bancario
e industrial, dando nacimiento al capital financiero. La capa de la burguesía
que controla este capital se llama oligarquía financiera, debido a su gran
poderío económico. Esta oligarquía financiera entra en contradicción con los
pequeños y medianos empresarios no monopólicos.
La oligarquía financiera era un grupo reducido de grandes capitalista
financieros que poseen monopolios industriales y bancarios.
Imperialismo,
fase superior del capitalismo
De
acuerdo a N. Lenin:
El
imperialismo es la fase monopolista del capitalismo, esta definición
comprendería lo principal, pues por una parte, el capital financiero es el
capital bancario de algunos grandes bancos monopolistas fundido con el capital
de las alianzas monopolistas de las industrias, y por otra, el reparto del
mundo es el tránsito de la política colonial, que se extiende sin obstáculos a
las regiones todavía no conquistadas por ninguna potencia capitalista, a la
política colonial de dominación monopolista de los territorios del globo
enteramente repartidos.
Cincos
rasgos fundamentales del monopolio en el imperialismo
1.
La
concentración de la producción y del capital llega hasta un grado tan elevado
de desarrollo, que crea los monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo
en la vida económica.
2.
La
fusión del capital bancario con el industrial y la creación, en el terreno de
este “capital financiero”, de la oligarquía financiera.
3.
La
exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías,
adquiere una importancia particularmente grande.
4.
Se
forman asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se
reparten el mundo.
5. La
terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas
más importantes. El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en
que ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y el capital financiero,
ha adquirido señalada importancia la exportación de capitales, ha empezado el
reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto de
toda la tierra entre los países capitalistas más importantes.
La
exportación de capitales y la dependencia económica
Los
grandes países capitalistas se dedicaban a la exportación de mercancías,
especialmente productos manufacturados. Con el dominio de los monopolios
financieros pasa a ser más importante la exportación de capitales. Con el fin
de dar salida a la gran cantidad de capital acumulado y para lograr obtener la
máxima ganancia, los monopolios, invierten capitales en otros países,
construyendo grandes empresas, fundamentalmente de extracción de materias
primas, en una primera etapa. Así logran obtener mercancías a costos muy bajos,
debido a que la mano de obra es mucho más barata en estos países. Al mismo
tiempo aseguran el control de las fuentes productoras de las materias primas
necesarias para la producción industrial de las metrópolis.
Otra
forma de exportación de capitales es la concesión de préstamos y la llamada
“ayuda económica” a otros países. Los intereses que cobran por este dinero son
riquezas extraídas a estos pueblos, son recursos que se restan a la economía
del país dependiente y constituyen un verdadero saqueo. Además, estos préstamos
y esta “ayuda” son utilizados para presionar políticamente al país deudor.
Los
países de América Latina son independientes políticamente desde la primera
mitad del siglo XIX, y cada día son más los países de Asia y África que logran
romper con el sistema colonial, pero esta independencia es en gran medida
formal. Detrás de esta situación de aparente independencia se esconde una dominación
política que surge y se mantiene a través de la dependencia económica. Esta
dominación toma formas menos directas que en los países coloniales, pero es
igualmente efectiva y, cuando las condiciones lo requieren, se manifiesta
directamente sin necesidad, de ningún disimulo. Ella va desde simples
concesiones económicas que logra el capital extranjero a través de su
influencia en los gobiernos de los países subdesarrollados, hasta la
intervención directa cuando los pueblos amenazan con poner en peligro el
sistema de dominación imperialista.
En
general, los países imperialistas hacen préstamos y conceden “ayuda económica”
a los países donde han logrado determinadas ventajas económicas que expresan
una dominación política indirecta de los gobiernos de esos países:
·
Reducción
o supresión completa de las disposiciones que puedan entrabar la importación de
mercancías.
·
Igualdad
de derechos entre los monopolios extranjeros y los capitalistas de esos países.
·
Autorización
para exportar las ganancias.
·
Atribución
o prolongación de concesiones a estos monopolios extranjeros para explotar los
recursos mineros, agrícolas, ganaderos, etc.
·
Establecimiento
de tratados comerciales que facilitan la penetración del capital transnacional
en estos países garantizándole ganancias elevadas.
Las
transnacionales´
Una
de las características del imperialismo en la época actual es la existencia de
las grandes corporaciones trasnacionales. La concentración monopólica ha
llegado a constituir empresas gigantes con innumerables filiales en las más
diversas partes del mundo.
En
la época analizada por Lenin la exportación de capitales se dirigía
principalmente a los países coloniales, sólo asumía, en parte la forma de
inversión directa y las empresas creadas en los países hacia donde se exportaba
el capital eran unidades empresariales más bien autónomas y no como ahora: una
parte de la estructura orgánica de la firma matriz.
Por
otra parte, las empresas trasnacionales se funden con las economías de los
países hacia donde se desplazan. En lugar de constituir enclaves industriales
dentro de estos dedicados a producir materias primas para el mercado externo,
producen cada vez más, junto a estas materias primas, productos manufacturados
para el mercado interno y se articulan profundamente con la estructura
productiva del país donde se instalan.
El fin de la división territorial del mundo
Según
Lenin, la etapa imperialista del capitalismo se caracteriza, por el hecho de
que los países capitalistas ya han terminado por conquistar todas las tierras
no ocupadas de nuestro planeta y, por lo tanto, por primera vez el mundo se
encuentra ya repartido entre las grandes potencias. Esto no significa, sin
embargo, que ese reparto deba mantenerse intocable. No, como hemos visto
anteriormente, esto no ocurre; la competencia interimperialista lleva
constantemente a nuevos repartos del mundo. En este caso ya no se trata del
paso de un territorio sin propietario a un “dueño”, sino del paso de
territorios de un propietario a otro. La lucha monopolista internacional se
hace particularmente aguda.
Y
Lenin concluye que no cabe duda que en esa etapa imperialista existe una
socialización tal de la producción que hace cada vez más inadecuada su
envoltura, la propiedad privada, y que esta terminará, por ser suprimida aunque
permanezca en estado de descomposición por un período todavía relativamente
largo.
Crisis general del capitalismo
El problema de los mercados
El problema del desempleo y las migraciones
En
las últimas décadas del siglo XIX, se manifestó en el sistema capitalista un
serio periodo de crisis, alternándose los momentos de expansión con los
depresión, debido al mecanismo propio de este sistema económico en cuanto a la
relación, que no siempre actúa en forma equilibrada, entre producción, precios
y salarios, además de que la concentración monopolista había llegado a un nivel
muy alta, perjudicando las bases mismas del liberalismo capitalista. Esa crisis
económica, que comenzó en 1873 y prosiguió hasta 1895 aunque interrumpida por
momentos de recuperación, ha llegado a ser considerada como un punto crucial en
la historia del capitalismo por haber puesto fin a la primera etapa de este
sistema, caracterizada por un continuo optimismo de los empresarios al suponer
que la prosperidad habría de continuar sin tropiezos.
El
proceso de concentración monopolista, al llevar a la quiebra a muchas empresas
industriales medianas y pequeñas, aumento considerablemente el desempleo en
aquellas sociedades cuya población urbana se encontraba en plena expansión; por
otra parte, las empresas monopólicas, al no tener competidores, habían hecho
subir los precios de los productos de consumo, y esto redujo el poder de compra
de la clase trabajadora e hizo aún más difícil la situación de los obreros
desempleados. De esta manera, las naciones industrializadas contaban con exceso
de capital que no podían reinvertir, con exceso de producción que no podían
colocar en el mercado con exceso de mano de obra calificada que no podían
emplear, y con una tecnología cada vez más avanzada que se estaba
desperdiciando.
Renacer
del socialismo
Todos
los autores que han estudiado y opinan que la Crisis general del capitalismo ha
pasado por varias etapas, y mientras más tiempo transcurre mas se van
descubriendo o inventado. La tercera etapa se perfila a partir de la segunda
mitad de los años cincuenta, cuando tienen lugar importante cambio en la
correlación de fuerzas entre el capitalismo y el socialismo, a favor del
segundo, y se agravan las contradicciones económicas y sociales del
imperialismo.
Uno
de los fenómenos que se “distinguió por el comienzo de la crisis del sistema
colonial del imperialismo, que se expresó en el despliegue del movimiento de
liberación nacional…” (Rumiantsev et al., 1985:557) y la reducción de la esfera
del dominio capitalista a nivel mundial. En la segunda se desplego la emulación
económica entre los dos sistemas mundiales y el socialismo creció económicamente
más rápido que el capitalismo, lo que aumento la participación de los países socialistas
en la producción industrial mundial. La crisis del sistema colonial se transformó
en su desintegración. Nuevos países ingresaron al sistema socialista (China, Corea
del norte. Vietnam del norte). Por otra parte, aumento la presencia del estado
en la economía, creció la desigualdad entre países y ramas, se profundizo el
antagonismo entre el trabajo y el capital, recrudeció la inestabilidad
económica del capitalismo y se desarrolló aún más el CME en los principales
países imperialista. Asimismo se incrementó la militarización de la economía,
en particular en Estados Unidos. También proliferaron los movimientos de
liberación nacional. Algunos autores (Ac URSS, 1972) constataron en este
periodo un crecimiento relativo de los salarios reales en las economías
capitalista. Igualmente se habla de una expansión del mercado en estas economías
y una modificación de los ciclos económicos, acompañada por una reducción de la
profundidad de la crisis. Las fluctuaciones de las inversiones se hacen también
las tenues. La explicación de todos estos fenómenos es que la derrota del
fascismo por la URSS creo condiciones propicias para la lucha exitosa del
movimiento obrero en los países capitalistas.
Sobre
la tercera etapa se dice que el tránsito a ella en “en el segundo lustro de los
años 50. Venia condicionado por el continuo cambio de la correlación de fuerzas
entre el socialismo mundial y el capitalismo mundial en favor del primero “.
Ella se inicia con la aceleración delos métodos de regulación
monopólicos-estatal de la economía, que es la respuesta del capital ante el desafío
del socialismo. Esta etapa no se origina en relación con guerras mundiales,
sino en condiciones de coexistencia y de emulación económica entre el
capitalismo y el socialismo. Al mismo tiempo suceden procesos de integración
económica en Europa occidental. Viene una ola de fusiones para mejorar la
regulación y para elevar la capacidad de competencia en el mercado mundial.
Surgen grandes complejos agroindustriales, se verifican fusiones de firmas de
distintos países. En esta etapa Estados Unidos tiene que ceder parcialmente su
hegemonía a sus concurrentes fortalecidos ubicados del otro lado del atlántico.
En este contexto se precipita el derrumbe de los viejos imperios capitalista coloniales,
surgen nuevos estados africanos y triunfa la revolución cubana. (AC URSS,1972:
13-45).
EL CAPITALISMO MONOPOLISTA O
IMPERIALISMO
(Análisis)
Para los economistas
marxistas el capitalismo monopolista es el estadio de desarrollo del
capitalismo que correspondió aproximadamente al último cuarto del siglo XIX y
que alcanzó plena madurez después de la Segunda Guerra Mundial, el estadio que
había de conducir inexorablemente al derrumbamiento del sistema y al
advenimiento del comunismo, después de un período transitorio de dictadura del
proletariado. El imperialismo surge como consecuencia lógica de la Revolución
Industrial y la nueva economía capitalista. Las causas del imperialismo fueron
diversas, pero entre los motivos que llevaron a dicha expansión están: La
existencia de dos formas de vida diferentes: los estados imperialistas,
dominadores, y los territorios dominados, las colonias junto con el excedente
de población europea que necesitaba trabajo y que lo encuentra en las colonias.
El Imperialismo se convirtió, pues, en una doctrina sólida basada en un sentimiento
de superioridad y supremacía de la raza blanca.
El término economía de libre
mercado es utilizado como un término descriptivo de los sistemas económicos en
un territorio particular, usualmente un estado-nación. Monopolio Es una
situación de privilegio legal o fallo de mercado, en el cual existe un
productor (monopolista) oferente que posee un gran poder de mercado y es el
único en una industria dada que posee un producto, bien, recurso o servicio
determinado y diferenciado. Para que exista un monopolio es necesario que en
dicho mercado no existan productos sustitutos, por lo tanto, es la única
alternativa que tiene el consumidor para comprar. Tres rasgos esenciales
componen la esencia del monopolio: a) concentración en sus manos de una gran
parte de la producción que le asegura una situación dominante en una o varias
ramas de la economía; b) posibilidad de imponer dentro de ciertos límites los
precios en el mercado; c) apropiación de una alta ganancia de monopolio como
forma de realización económica de su dominio. El objetivo de los monopolios es
asegurar la ganancia de monopolio sobre el capital invertido por los magnates
capitalistas más grandes.
Con el desarrollo
industrial, así como con la centralización y concentración de la producción y
el capital da origen a los monopolios se hace indispensable que grandes bancos
financien estas grandes empresas. La demanda de los monopolios en cuanto a la
inversión de capitales era casi imposible de ser satisfecha por un solo banco,
de ahí que se impulsó también una concentración y centralización, pero esta vez
en la circulación bancaria, por medio del crecimiento del capital propio, a
través de la acumulación de parte de las ganancias. Fue de esa manera que
pudieron responder a las necesidades de los monopolios., mediante el
otorgamiento de grandes créditos y a largo plazo. El aumento de la demanda de
crédito por parte de la industria, originó una lucha competitiva en el capital
bancario. Los más débiles eran desplazados por los más fuertes o eran
absorbidos por estos. Todo ello condujo a la concentración del capital de
préstamo en un número reducido de grandes bancos, lo cual se erigió en base del
surgimiento de los monopolios bancarios. Los bancos entonces cambian su papel.
Antes de que ocurriera el fenómeno descrito, los bancos servían de
intermediarios en las operaciones de pago. Otra de las formas en que
contribuyen los bancos con los monopolios, es a través de la presión que
ejercen en todos los países del mundo para aplicar las políticas neoliberales,
las cuales posibilitarían la absorción de los países subdesarrollados por los
desarrollados.
En la época del imperialismo
a la vez que se concentra la producción en empresas colosales y se forman
monopolios industriales en íntima relación con dichos fenómenos se amplían los
bancos y surgen los monopolios bancarios. El dominio de la oligarquía
financiera tiene la particularidad de que los grandes financieros disponen no
sólo del trabajo ajeno, sino además, del capital ajeno. Logran establecer
semejante control a través del capital en acciones (ver Sociedad anónima) forma
de capital que se difunde por todas partes en la época del imperialismo y que
proporciona ingentes ganancias a la oligarquía financiera. El dominio de la
oligarquía financiera en la vida económica de los países capitalistas se
combina y completa con su dominio en la política.
El desarrollo de los
monopolios trajo, en los países imperialistas, la formación de un “excedente”
relativo de capital monetario y la necesidad de su exportación. Este capital es
“sobrante” no en el sentido de que no puede aplicarse en el país propio, sino
que su inversión en otros países reporta más ganancias a los monopolios. En los
inicio del siglo XX la posibilidad de exportación de capitales aumentó. Todos
los países integraban el sistema de economía capitalista mundial; se habían
tendido o se estaban propagando los ferrocarriles, los que permitía llevar más
rápidamente las materias primas a los puertos; los veleros fueron sustituidos
por buques de vapor; pasó a ser más rentable el transporte de cargas masivas a
grandes distancias. La exportación de capitales adquirió una relevancia
particularmente grande, se convirtió en un fenómeno típico, en una de las
características económicas más importante del imperialismo. Al mismo tiempo,
fue creciendo el comercio internacional capitalista.
En pocas palabras El
imperialismo puede ser resumido brevemente en cinco aspectos que son descritos
a continuación: 1) La concentración de la producción y el capital llevaron a un
alto grado de desarrollo de los monopolios creados, que desempeñan un papel
decisivo en la vida económica. 2) La fusión del capital bancario con el
industrial y la creación, basada en el capital financiero, de la oligarquía
financiera. 3) la exportación de capitales, a diferencia de la exportación de
bienes. 4) la formación de asociaciones internacionales de capitalistas
monopolistas que se reparten el mundo entre sí. 5) la división territorial
entre las potencias mundiales importantes. La concentración de la producción y
del capital y la generación de monopolios.
Cabe
destacar que este capitalismo monopolista o imperialismo así como surgió
también presento una crisis general, la
cual constituye el periodo histórico “de derrumbamiento del capitalismo en toda
su extensión y de alumbramiento de la sociedad socialista” (V. I. Lenin). El
régimen burgués se halla en esta situación hace ya aproximadamente medio siglo.
A diferencia de la crisis económica de superproducción, que surge
periódicamente y que el capitalismo supera mediante sus fuerzas internas en el
marco de la sociedad burguesa, aunque pasado cierto tiempo se presente una
nueva crisis, la crisis general del capitalismo una vez iniciada prosigue y
proseguirá ininterrumpidamente hasta que el sistema capitalista de economía se
liquide en todo el mundo como resultado de transformaciones revolucionarias y
en su lugar se instaure el sistema socialista mundial de economía. El rasgo
principal de la crisis general del capitalismo estriba en que el mundo se halla
escindido en dos sistemas sociales opuestos: el socialista y el capitalista.
Como quiera que la crisis general del capitalismo abarque un largo período
histórico, durante este tiempo tiene lugar un doble proceso. Por una parte,
mediante la revolución socialista, los países se van desprendiendo, uno tras
otro, del sistema capitalista mundial, el capitalismo se va debilitando, se
reduce la esfera en que el capital domina, aumentan y se ahondan todas las
contradicciones del sistema capitalista de economía mundial, a la vez que se
acentúan los aspectos reaccionarios de este sistema social agonizante y en
descomposición.
El imperialismo ha perdido
definitivamente y para siempre el dominio absoluto que del mundo había tenido,
la correlación de fuerzas entre los sistemas socialista y capitalista ha
cambiado radicalmente en favor del socialismo y en perjuicio del capitalismo.
El haberse liquidado el régimen capitalista en un gran número de países, el
desarrollo y la consolidación del sistema socialista mundial, la desintegración
del sistema colonial y el hundimiento de los viejos imperios, la ruptura, ya
iniciada, de la estructura colonial que presentaba la economía de los países
liberados del imperialismo, la ampliación de los nexos económicos entre estos
países y el mundo del socialismo, todo ello hace más profunda la crisis de la
economía capitalista mundial.
Referencias
Bibliográficas
Delgado De Cantu, Gloria M. “el mundo moderno
y contemporáneo I de la era moderna al siglo imperialista”. Quinta edición.
Editorial Pearson Educación. México, 2005.
Carlos Maya Ambia “Iluciones y Agonias de los
nieros (Teoricos) de Lenin”. Editorial siglo veintiuno editores, s.a. de c.v,
mexico 1994
Publicado por tatiana
http://imperialismonew.blogspot.com/2010/08/caracteristicas-del-imperialismo.html
.