domingo, 2 de abril de 2017

EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA.

                                                                  
                                           

            



República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Instituto Universitario de Tecnología de Estado Bolívar
PNF Ingeniería en Mantenimiento
Unidad Curricular: Formación Socio-Política
Sección: X-MTTO-1M/2M
Cuidad Bolívar - Estado Bolívar





EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA
(1ra-2da. Parte)







PROFESORA:                                                                INTEGRANTES
               Yanez,  Karla.                                                                   Chiraspo, Ana;
                                                                                                        Flores, Griselle;
                                                                                                        Lugo, Gabriela;
                                                                                                       Torres, Mariana.
                                                                                            
                                                                                                     
                                                                                                     
                                                                                              




Ciudad Bolívar, Abril de 2017




EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA


            El Modo de Producción señala la forma y las características de la Producción de los bienes materiales necesarios para la existencia del hombre, es el elemento básico que permite explicar y comprender la naturaleza de la sociedad. El modo de producción se forma por la unidad dialéctica de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, un modo de producción no se da en forma pura, ya que en toda sociedad o formación socioeconómica coexisten simultáneamente varios modos de producción en un entrelazamiento complejo, entre estos  se encuentra el Modo de Producción Capitalista que es  el modo de producción de la sociedad industrial. Según el marxismo, su base es la propiedad privada de los medios de producción, aunque el trabajador es jurídicamente libre. La fuerza de trabajo es la única propiedad que posee el trabajador. El trabajo genera una plusvalía que no revierte sobre el salario del trabajador, sino que es apropiada por el capitalista, generando capital, por lo que la relación capitalista-proletaria es una relación de explotación.





El marxismo es el modelo teórico explicativo de la realidad compuesto principalmente por el pensamiento desarrollado en la obra de Karl Marx, economista, filósofo y periodista revolucionario alemán de origen judío, quien contribuyó en campos como la sociología, la economía, el derecho, y la historia.




1.1  Nacimiento del Tipo de Economía Mercantil.


El conjunto de ideas políticas o ideas económicas de gran pragmatismo que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del siglo XVIII en Europa, es lo que se conoce como mercantilismo. El mercantilismo cubre prácticamente toda la edad moderna, surge como una etapa de transición hacia el capitalismo, se caracteriza por un desarrollo del comercio y la creación de capitales individuales, la economía inicia así una nueva época. El interés económico durante el mercantilismo, consistió en cómo enriquecer al Estado para que pudiera financiar las empresas bélicas y las excursiones de conquista, asumiéndose una excesiva interferencia del Estado en la economía. La manera de enriquecer al Estado era adquiriendo la mayor cantidad de metales preciosos, la riqueza de un país se media por la acumulación de estos metales, y esto era posible vendiendo productos a los países extranjeros y comprando muy poco, estimulando el desarrollo de la navegación, el comercio y la industria.















1.2.  La Producción Mercantil.


Es la producción de artículos no para el propio consumo, sino para el cambio en el mercado por medio de la compra-venta de mercancías. Es condición de la producción mercantil la división social del trabajo y la existencia de productores dueños de los medios de producción. La producción y el cambio de las mercancías se regulan en consonancia con la ley económica llamada ley del valor. La producción mercantil no constituye un modo de producción especial. Por su forma y contenido, alcanza un desarrollo diferente en el régimen esclavista, en el feudalismo, en el capitalismo y en el socialismo en dependencia del nivel y del carácter de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción, del modo de producción dominante. Bajo el capitalismo, la producción mercantil se basa en la propiedad capitalista privada sobre los medios de producción y en el trabajo asalariado de los obreros.





Ø  La Mercancía Y Sus Cualidades.

La mercancía, es el Producto del trabajo destinado a satisfacer alguna necesidad del hombre y que se elabora para la venta, no para el propio consumo. Los productos del trabajo se convierten en mercancías tan sólo cuando aparece la división social del trabajo y cuando existen determinadas formas de propiedad sobre los medios de producción y los frutos del trabajo. El capitalismo es la forma superior y más compleja de la producción mercantil. En la producción capitalista, todos los productos del trabajo son creados para el cambio, son mercancías. La producción mercantil se convierte en la forma universal de producción. Pese a sus profundas diferencias la producción mercantil simple y la producción mercantil capitalista son del mismo tipo: se basan en la división social del trabajo, en la propiedad privada y en la producción de mercancías para el mercado. El cambio de mercancías constituye la relación económica más simple, que surge históricamente antes que las relaciones capitalistas de producción y sirve de base necesaria para su desarrollo.

Si se examina la mercancía en la forma que aparece en el mercado se pueden indicar en ella dos cualidades. Por una parte la mercancía es una cosa útil, capaz de satisfacer tal o cual necesidad del hombre. Esta propiedad de la mercancía se denomina valor de uso. Por otra parte, la mercancía posee la cualidad de ser cambiada por otras mercancías, y además en cierta proporción. Esta propiedad de la mercancía se denomina valor de cambio.







El valor de uso:

Como valores de uso, las mercancías pueden satisfacer disímiles necesidades del hombre. Unos tipos de objetos útiles sirven para satisfacer las necesidades de la producción, como las máquinas, herramientas, materias primas, etc., y otros satisfacen las necesidades personales de la gente, ya sean de carácter material o espiritual. Los valores de uso forman el contenido material de las riquezas en toda la sociedad. Sin su producción constante no puede existir la sociedad. Algunos valores de uso son brindados de forma acabada por la naturaleza como el aire, el agua, etc. Pero la masa fundamental de los valores de uso es resultado de la producción.

El valor de cambio:

El valor de cambio de la mercancía se identifica como una correlación cuantitativa en la que los valores de uso de una clase se cambian por valores de uso de otra clase. Los valores de cambio de acuerdo con los cuales unas mercancías se cambian por otras no son siempre constantes. Se cambian, y eso parece a primera vista que el valor de cambio de la mercancía es algo casual

Instancia del valor:

El trabajo es lo que tienen en común todas las mercancías y lo que las hace equiparables. Todas las mercancías son producto del trabajo. Al equipararse productos entre sí, lo que hace la gente en realidad es equiparar el trabajo contenido en estas mercancías. El trabajo materializado en las mercancías forma el valor y determina las proporciones en que se intercambian. Al cambiar la cantidad de trabajo invertido en la producción de unas u otras mercancías cambia también su valor y, respectivamente, las proporciones en que se cambian unas mercancías por otras. Por consiguiente, la base del valor de cambio de las mercancías es el valor, determinado por la cantidad de trabajo invertido en la producción de las mercancías. El valor de cambio es la forma de manifestarse el valor.


Ø  El Trabajo Simple, Complejo, Directo y Abstracto.

El trabajo simple y el trabajo complejo:

Los tipos concretos de trabajo se caracterizan no sólo por la diversidad de los procedimientos, instrumentos y resultados del trabajo., sino generalmente por la diferencia de la preparación necesaria de los trabajadores.

Unos tipos de trabajo concreto, llamados no calificados, pueden ser realizados por todos los miembros de la sociedad aptos para el trabajo que tienen la instrucción y el nivel cultural habituales para la época histórica dada; otros tipos de trabajo denominados calificados, necesitan de una preparación previa especial. El trabajo que requiere una preparación especial, el trabajo calificado, se diferencia del trabajo no calificado que no necesita de preparación especial, como el trabajo complejo del trabajo simple. El trabajo complejo viene a ser en realidad el trabajo simple multiplicado, elevado a una potencia.

El valor de las mercancías se mide por la cantidad de tiempo de trabajo, de inversión de trabajo simple. Por ello, en iguales intervalos de tiempo de trabajo, el trabajo más complejo siempre creará mayor valor que el trabajo simple.

En el proceso de reducción de los diversos tipos de trabajo al trabajo abstracto único se realiza la reducción del trabajo complejo al trabajo simple. El proceso de reducción del trabajo complejo al trabajo simple se realiza en el proceso del cambio de mercancías espontáneamente, independiente de la voluntad de las personas. Si las proporciones del cambio de mercancías no corresponden al grado de complejidad del trabajo invertido en su producción, comenzará la redistribución del trabajo por las esferas de la producción.

Trabajo concreto o directo:

El trabajo que crea valores de uso fue denominado por Marx trabajo concreto. Su peculiaridad consiste en que se invierte en determinada forma conveniente y su resultado es uno u otro objeto útil. La forma de inversión del trabajo depende del valor de uso que se produce.

En la economía mercantil, el trabajo tiene rasgos específicos. Es el trabajo del productor de mercancías independiente y se manifiesta como trabajo privado. Por cuanto el trabajo concreto de cada productor constituye un eslabón del sistema de la división social del trabajo es social. Sin embargo aparece directamente como trabajo privado. Formalmente, todos los productores privados son autónomos e independientes entre sí. Cada productor realiza el proceso de producción a su antojo: él mismo elige la esfera de producción, determina el volumen de la misma, el lugar y el tiempo de la realización, etc. A la vez los productores de mercancías privados está relacionados entre sí por el sistema de división social del trabajo. Cada uno de ellos no produce las mercancías para él, sino para la sociedad.
Trabajo abstracto:

A diferencia del trabajo concreto, que tiene la heterogeneidad cualitativa, el trabajo abstracto se caracteriza como trabajo cualitativamente homogéneo. El trabajo que crea el valor de una mercancía, posee las mismas cualidades que el trabajo que crea el valor de otras mercancías. El trabajo del herrero y el panadero es cualitativamente diferente en su forma concreta pero desde el punto de vista fisiológico tienen la misma base, la aplicación de los músculos, los nervios, el cerebro.

Solo es distinta la cantidad de trabajo contenida en las diversas mercancías. La equiparación de las mercancías distintas reduce de hecho el trabajo contenido en ellas a una base común única, al trabajo en general, al trabajo humano abstractamente general, a la inversión de fuerza de trabajo del hombre. En el proceso del cambio se opera una abstracción real de las particularidades específicas que posee cada uno de los tipos del trabajo concreto. El trabajo abstracto representa la forma social específica del trabajo, del trabajo en la producción mercantil.






Ø  Tiempo De Trabajo Socialmente Necesario.

Dos valores de uso diferentes se cambian porque para su producción se requiere igual cantidad de tiempo de trabajo. Pero también se sabe que dos productores de una misma mercancía, invierten tiempos diferentes en la producción con la particularidad de que la diferencia en la magnitud de inversión de trabajo puede ser muy grande, ya que los productores de mercancías utilizan instrumento de trabajos diferentes, poseen distintos grados de maestría y trabajan con distinta tensión. La cantidad de trabajo invertido en la producción de la mercancía por el productor se denomina trabajo individual.

La medida del trabajo individual se denomina tiempo de trabajo individual, que es también la medida del valor individual de la mercancía. Sin embargo el valor de cambio no se determina por el valor individual de la mercancía, sino por el valor social de la misma.
La magnitud del valor de la mercancía no se determina por la inversión de trabajo individual, sino por el trabajo socialmente necesario, que es medido por el tiempo de trabajo socialmente necesario, es decir, por el tiempo de trabajo que se requiere para crear un valor de uso cualquiera en las condiciones socialmente normales de producción y con el nivel medio de destreza e intensidad del trabajo imperante en la sociedad.

Se entiende por condiciones socialmente normales de la producción, que determinan la magnitud del valor de las mercancías, aquellas en las que se produce la masa fundamental de mercancías del tipo dado. Gracias a los cambios que se operan en las condiciones de la producción, el tiempo de trabajo socialmente necesario no se mantiene siempre igual. Al cambiar el tiempo de trabajo socialmente necesario, cambia también la magnitud del valor.

Ø  La Naturaleza Del Dinero.

A lo largo de la historia se ha ido comprendiendo diversos aspectos de la economía que reflejan que sí existe una naturaleza en el dinero. Uno de los comportamientos más comunes en la economía es la apreciación de lo que es escaso y de lo que es útil. Se trata de dos principios demasiado evidentes, sin embargo marcan la pauta de cómo apreciamos las cosas. Los diamantes son uno de los componentes más raros que existen, y de allí surge su elevado valor; sin embargo su utilidad viene a ser un tanto limitada. Por otro lado el Litio es un componente de gran utilidad, y de allí que las minas de este componente pasen a ser de los yacimientos más “valorados” del mundo.

Claro está que conforme cambian los intereses de la humanidad, lo que es valioso y útil tiende a cambiar y es por ello que el valor se ha atado a metales preciosos como el oro y después se crearon estándares en papel y moneda que “guardan un valor real”.

Otra tendencia natural de la economía es la propia depreciación y la inflación, es decir, en cuanto más dinero circulante hay, este tenderá a valer menos. Podríamos decir que esto sólo responde al principio de la escasez, pero incluso más allá de ello se debe a que cada “certificado” de papel, representa una porción de la riqueza de una nación, entre más certificados haya, cada uno es vale menos pues la riqueza, en teoría, no ha cambiado.







Ø  El Fetichismo De La Mercancía En El Capitalismo.

Se refiere a la materialización de las relaciones de producción inherentes a la economía mercantil basada en la propiedad privada sobre los medios de producción. Esta materialización posee un carácter objetivo. Los nexos sociales entre los productores privados únicamente se manifiestan en el mercado, en el proceso del cambio de sus mercancías. Nadie controla ni regula conscientemente estos nexos, que se desarrollan espontáneamente. Las relaciones entre los productores aparecen como relaciones entre los productos del trabajo humano. Esta forma específica de la expresión de las relaciones sociales se halla condicionada por el peculiar carácter social del trabajo que produce mercancías.

En la producción mercantil basada en la propiedad privada, los frutos del trabajo son productos de trabajos privados independientes entre sí. Al mismo tiempo, entre los productores privados existe una estrecha conexión y dependencia recíproca basada en la división social del trabajo. Por este motivo "la independencia de los hombres entre sí, se completa con un sistema de dependencia material en todos los aspectos" (C. Marx). El trabajo de cada productor de mercancías representa una partícula del trabajo social global, mas este carácter social de su trabajo únicamente se pone de manifiesto en el mercado, donde el productor comprueba si su mercancía es necesaria y por ende, si es necesario su trabajo para la sociedad. Resulta, pues, que toda mercancía, para obtener un reconocimiento social, ha de ser equiparada a otra mercancía por ejemplo al oro con el que ha de ser cambiable en una determinada proporción. 


1.3. Capital y Plusvalía.

En sentido estricto, el capital es una abstracción contable: son los bienes y derechos (elementos patrimoniales del activo) menos las deudas y obligaciones (pasivo), de todo lo cual es titular el capitalista. Por su parte la plusvalía es el valor que el trabajo del obrero asalariado crea después de cubrir el valor de su fuerzo de trabajo, y que el capitalista se apropia gratuitamente. Por consiguiente, la plusvalía es el fruto del trabajo no retribuido al obrero.




Ø  Dinero y Capital.

El dinero de por si no es capital. Todos conocemos que existió mucho antes de surgir el capitalismo. El dinero solo se transforma en capital en una determinada fase del desarrollo histórico de la producción mercantil. Marx nos indica, que "el comercio y el mercado universal inauguran en el siglo XVI lo era moderna del capital". 

El dinero como dinero, y el dinero como capital, se distingue por su forma diferente de circulación. Cuando, por ejemplo, los pequeños productores de mercancías cambian estas entre Sí, el dinero actúa como medio de circulación, pero no como capital. La fórmula de lo circulación de mercancías es: M (mercancía) — D (dinero) — M (mercancía), o sea venta de una mercancía para comprar otra. Esta fórmula es inherente a la fase del desarrollo del capitalismo correspondiente a la producción mercantil simple. El dinero solo se transforma en capital cuando se utiliza con el fin de explotar el trabajo ajeno. La fórmula general del capital es: D — M — D, es decir, vender para comprar con el fin de enriquecerse.


Ø  La Fuerza del Trabajo como Mercancía.

La Fuerza de trabajo, es el conjunto de capacidades físicas y espirituales que posee el hombre y que emplea en el proceso de producción de los bienes materiales. Como toda mercancía, la fuerza de trabajo posee valor y valor de uso. "Valor" es el trabajo social de los productores "materializado" en las mercancías. El término "materializado", indica quo el trabajo este plasmado en la mercancía, es decir, que ha adquirido la forma de cosa, de mercancía.

El valor de la fuerza de trabajo lo mismo que  el de cualquier otra mercancía, está determinado por la cantidad de trabajo materializado en su valor de uso, es decir, por el tiempo de trabajo "Socialmente necesario" para producirla.

El tiempo de trabajo socialmente necesario pare producir la mercancía fuerza de trabajo se resuelve con el tiempo de trabajo necesario para producir los medios de sustento indispensables para mantener al obrero. Dicho en otros términos, el valor de la fuerzo de trabajo como  mercancía es equivalente al valor de los medios de sustento necesarios para mantener al obrero en condiciones de trabajar. La suma de los medios de sustento tiene, pes, que alcanzar para mantener al obrero en su estado de vida normal. Las mismas necesidades naturales, como alimento, vestido, vivienda, calefacción, etc., varían  según las particularidades climáticas y demás particularidades naturales de un país. Por otra parte, la extensión de las necesidades naturales, así como el modo de satisfacerlas, es un producto histórico, y depende por tanto, en gran parte del grado de civilización de un país y, esencialmente de las condiciones, costumbres y exigencias de vida bajo las cuales se ha formado la clase obrera.

Ø  La Ley del Valor.

Es la ley económica de la producción mercantil, ley del intercambio equivalente de mercancías de modo que la producción y el cambio de las mismas se efectúan a tenor del trabajo socialmente necesario invertido en ellas. En la economía mercantil basada en la propiedad privada, la ley del valor regula espontáneamente la distribución de los medios de producción y de trabajo entre las distintas ramas de la economía nacional. En el régimen de la producción capitalista simple de mercancías, dicha ley actúa bajo el imperio de la lucha competitiva y la anarquía de la producción, a través del mecanismo de la desviación de los precios respecto al valor.

La acción espontánea de la ley del valor condiciono el desarrollo de las fuerzas productivas, el perfeccionamiento de la producción. Quien produce mercancías cuyo valor individual supere al valor social, al venderlas no cubre los gastos y se arruina. Quien aplica nuevas técnicas y en la producción de la mercancía invierte menos trabajo en comparación con los gastos socialmente necesarios se enriquece. Ello incita a los otros productores de mercancías a elevar el rendimiento del trabajo mediante nuevos procedimientos técnicos, organizando mejor la producción y reduciendo los costos. De tal modo, la ley del valor actúe acentuando la desigualdad económica y la lucha competitiva entre los productores de mercancías, conduce a su diferenciación en capas.

Ø  La Producción de la Plusvalía.

Durante el tiempo de trabajo necesario, el obrero reproduce el valor de su fuerzo de trabajo, es decir, el valor de los medios de sustento indispensables pare mantenerse; durante el tiempo de plustrabajo crea la plusvalía. Par tanto, el trabajo del obrero bajo el capitalismo es un proceso durante el cual el capitalista utiliza la mercancía fuerza de trabajo pare exprimirle plusvalía.

El proceso de trabajo —señala Marx— al efectuarse como proceso de consumo de la fuerza de trabajo por el capitalista, presenta ahora dos fenómenos primordiales. En primer lugar el obrero trabaja bajo el control del capitalista, a quien pertenece su trabajo. El capitalista atiende a que el trabajo marche en orden y los medios de producción sean empleados convenientemente, o sea, que no se desperdicie materia prima y se cuide del instrumento de trabajo, de modo que no se gaste sino lo necesario.

En segundo lugar, el capitalista se apropia no solo del trabajo del obrero, sino también su producto. Este derecho, lo adquiere en virtud de la compraventa del valor diario de la fuerza de trabajo.

El capitalismo solo permite al obrero asalariado  trabajar, y por tanto vivir, Únicamente a cambio de trabajar cierta cantidad gratis para el capitalista. Si abandonara su empresa capitalista, el obrero, en el mejor de los cosos, iría a parar a otra empresa capitalista, que lo someterá a una explotación  igual o mayor. Marx ha denunciado el sistema del trabajo asalariado como un sistema de esclavitud asalariada. No obstante, insistimos en que el plustrabajo no es un invento nuevo del capitalismo. Dondequiera que la sociedad se halla formada  por explotadores y explotados, la clase explotadora exprime plustrabajo a la clase explotada.

De todo lo dicho se desprende que la producción de plusvalía constituye la ley económica fundamental del capitalismo.



























Ø  La Jornada de Trabajo.

Todo capitalista aspira a acrecentar por cualquier medio la parte de plustrabajo arrancado al obrero. En el periodo de nacimiento del capitalismo en que la técnica era todavía pobre y progresiva con relativa lentitud, predominaba el incremento de la plusvalía por medio del aumento de lo jornada de trabajo.

Tomemos como ejemplo una jornada de 14 horas, de las cuales 7 representan el trabajo socialmente necesario y las 7 restantes el plustrabajo. Si representamos la jornada por una lineo recta dividida en fracciones, cado una de Las cuales corresponda a una hora, tendremos la siguiente representación gráfica:




Imaginemos que el capitalista acrecienta la plusvalía aumentando la jornada de trabajo en 2 horas En este caso, la jornada de trabajo  tomaría la siguiente representación gráfica:



Si se analiza la gráfica anterior, se observara en primer lugar, que la jornada de trabajo no es une magnitud constante, sino una magnitud variable. Es cierto que uno de sus elementos está determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario para la reproducción constante de del mismo trabajador pero su magnitud total varia con la duración  del plustrabajo. La jornada es, pues, determinable, pero, en sí misma, indeterminada". Se llama "jornada de trabajo" el tiempo del día que el obrero permanece en la empresa a disposición del capitalista.



1.4. El Salario.

El salario o remuneración,  es la suma de dinero que recibe de forma periódica un trabajador de su empleador por un tiempo de trabajo determinado o por la realización de una tarea específica o fabricación de un producto determinado. El pago puede ser mensual, semanal o diario, y en este último caso recibe el nombre de jornal, del término jornada.


Ø  El Precio de la fuerza del trabajo y la Naturaleza del Salario.

La fuerza de trabajo es la condición fundamental de la producción en toda sociedad. En el proceso de producción, el hombre no sólo actúa sobre la naturaleza que le rodeo, sino que desarrolla, además, su experiencia productiva, sus hábitos de trabajo. El valor de la fuerza de trabajo se determina por el valor de los medios de vida indispensables para mantener la normal capacidad de trabajo de su poseedor y sostener a los miembros de su familia, y también por los gastos que implica el aprendizaje del obrero.

A medida que la producción progresa, se registra una tendencia general a que se eleve el nivel de las necesidades del obrero y aumente el valor de la fuerza de trabajo. El precio de esta fuerza tiende a situarse por debajo de su valor, lo cual se halla condicionado por el aumento del paro forzoso. Los capitalistas procuran reducir al mínimo las necesidades materiales y culturales de los trabajadores disminuyendo los salarios.

Durante mucho tiempo, el problema de la naturaleza del salario preocupó a los economistas clásicos. Si se reconoce el valor de las mercancías está determinado por la cantidad de trabajo que se les incorpora, el salario o valor del trabajo deberá determinarse por una cantidad de trabajo. El salario no es el valor o precio del trabajo, sino el precio que se paga al obrero a cambio de su fuerza, puesta a disposición del propietario del capital y utilizada por éste dentro de los límites de la jornada laboral.





Ø  Salario Nominal y Salario real.

El salario nominal es la remuneración que recibe el asalariado por su trabajo mientras que el salario real está relacionado con el índice de precios al consumidor, (ipc).
En términos económicos, el salario real muestra “realmente” si el poder adquisitivo del trabajador se ha visto afectado por la inflación, es decir, una subida de precios.

Diferencias entre salario nominal y salario real:

Para entender bien la diferencia entre uno y otro primero debemos definir cada cual. Salario nominal es la cantidad de dinero que recibe un asalariado como remuneración por su trabajo, salario real es el salario nominal en relación a los precios.

La diferencia más importante entre ellos, y por la cual se estudia el salario real, es que el salario nominal de un trabajador puede aumentar sin que se incremente su bienestar, es decir, que los precios de los bienes y servicios pueden subir más o en la misma proporción que los salarios nominales. Por ello, es el salario real el que proporciona de forma efectiva lo que realmente alcanza a adquirir el trabajador con su nómina.

Si el salario real aumenta es bueno porque significa que el trabajador puede comprar más cosas, si baja significa que tiene menos poder adquisitivo.




Ø  Tendencia Decreciente del Salario Real bajo El Capitalismo.

El salario real es el conjunto de medios de vida y de servicios que el obrero puede comprar con la remuneración monetaria que percibe. El nivel del salario real depende del monto del salario nominal y del nivel de los precios de los bienes y servicios indispensables al obrero y a su familia, así como de los impuestos que sobre éste gravitan. En el capitalismo se observa la tendencia a que el salario vaya a la zaga del valor de la fuerza de trabajo y a que disminuye el nivel del salario real. Cuanto más trabajo proporciona el obrero al capitalista y cuanto más bajo es su salario, más elevada es la plusvalía. 

Ley De La Tendencia Decreciente De La Cuota De Ganancia:

Es la ley económica según la cual la cuota media de ganancia tiende a disminuir a medida que el capitalismo se desarrolla. El afán de obtener elevadas ganancias obliga a los capitalistas a aumentar la productividad del trabajo introduciendo mejoras técnicas, nuevas máquinas e instalaciones. De este modo se eleva la composición técnica y orgánica del capital, lo que conduce al descenso de la cuota general de ganancia. Esta cuota no disminuye en la proporción en que se eleva la composición orgánica del capital social, y a veces no se reduce en absoluto. Son varios los factores que debilitan y paralizan la acción de dicha ley, confiriéndole un mero carácter de tendencia.   

Contrarrestan el descenso de la cuota de ganancia: el aumento del grado de explotación de los obreros, la disminución de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo, la reducción del valor de los medios de producción gracias al aumento de la productividad del trabajo lo que retarda el crecimiento de la composición orgánica del capital; la economía en capital constante obtenida por los capitalistas a costa de la salud y de la vida de los obreros; el intercambio no equivalente en el comercio exterior.

 La ley de la tendencia decreciente de la cuota de ganancia lleva a una agravación de las contradicciones del capitalismo. Para obtener ganancias máximas los capitalistas intensifican la explotación del proletariado y ello hace que cobre mayor agudeza la contradicción antagónica entre el proletariado y la burguesía. En su afán de compensar el descenso de la cuota de ganancia aumentando las ganancias globales, los capitalistas amplían el volumen de la producción rebasando en mucho los límites de la demanda solvente, con lo que se ahondan las crisis económicas de superproducción.

También se encona la pugna en el seno de la clase capitalista por la distribución de la masa general de ganancias. En pos de una ganancia más elevada, los capitalistas procuran invertir sus capitales en países poco desarrollados, donde la cuota de ganancia es superior. La explotación de los trabajadores de los países poco desarrollados y coloniales agudiza las contradicciones entre los países industriales avanzados y los de poco desarrollo en el aspecto económico. La ley de la tendencia decreciente de la cuota media de ganancia pone al descubierto la contradicción interna, la limitación histórica y el carácter transitorio del modo capitalista de producción, convertido en obstáculo para el libre desenvolvimiento de las fuerzas productivas.

Ø  La Lucha Natural de los Trabajadores contra la Explotación Capitalista.

Con su lucha (económica y política), los trabajadores se oponen a que se rebajen los salarios, exigen que se eleven. Pero bajo el capitalismo incluso sosteniendo una lucha económica activísima, los obreros sólo pueden lograr, en algunos períodos que los salarios se aproximen al valor, de la fuerza de trabajo; no pueden librarse de la explotación capitalista. Esto sólo puede alcanzarse como resultado de una amplia lucha política de la clase obrera por liquidar el régimen capitalista y sustituirlo por el socialista.

Lucha por la reducción de la jornada de trabajo:

En los primeros tiempos de desarrollo del capitalismo, en que la  técnica tenía entonces a un bajo nivel y las masas de campesinos y artesanos podían todavía trabajar por su cuenta, lo que hacia que el capital no dispusiera de un sobrante de obreros, el poder público dictaba, en interés de la burguesía, leyes especiales obligando a los obreros asalariados a trabajar el mayor número posible de horas.

La situación cambio al crecer lo población proletaria y extenderse la producción maquinizada. El capital disponía de suficientes obreros, obligados a someterse a los patrones si no querían morirse de hombre. Ye no fue necesario que el estado dictara leyes alargando la jornada de trabajo. El capitalista podía prolongar el tiempo de trabajo hasta el máximo, recurriendo o la coerción económica. En estas condiciones, la clase obrera comenzó a luchar tenaz y resistentemente por la reducción de la jornada de trabajo. Esto lucha se manifestó primeramente en Inglaterra.



Conforme iba creciendo lo resistencia de los obreros, comenzaron o promulgarse en diversos países capitalistas leyes que limitaron la jornada de trabajo. No obstante, después de dictarse cada una de estas leyes, los obreros tenían que librar una lucha tenaz por hacerlas cumplir.

En vísperas de la primera guerra mundial en mayoría de los países capitalistas predominaba la jornada de trabajo de 10 horas. En 1919, bajo la impronta de la gran revolución socialista de Octubre, se implanto en la Rusia Soviética la jornada de trabajo de 8 horas, y ante los avances del movimiento revolucionario mundial, los representantes de diversos países capitalistas concertaron en Washington un convenio implantando con carácter internacional la jornada de 8 horas: pero más tarde los grandes países capitalistas se negaron a ratificarlo. No obstante, bajo la presión de la clase obrera, fue implantado en muchos países la jornada de 8 horas. Ahora bien, para compensar la reducción de la jornada, los patronos reforzaron la intensidad del trabajo en proporciones todavía mayores.

1.5 La Acumulación Capitalista.

Transformación de la plusvalía en capital. La fuente de la acumulación capitalista radica en la plusvalía creada por el trabajo no remunerado de los obreros asalariados. Los motivos propulsores de la acumulación del capital son la sed de ganancia de los capitalistas y la competencia. La acumulación del capital tiene lugar en el proceso de la reproducción capitalista ampliada.

En el proceso de la acumulación del capital se efectúa la reproducción de las relaciones capitalistas de producción, se repite la explotación en mayor escala: aumenta el capital en manos de los capitalistas y, al mismo tiempo, crece el ejército explotado de obreros asalariados. Cuando, en una proporción dada, la plusvalía se divide en fondo para el consumo personal del capitalista y fondo utilizado para ampliar la producción, la magnitud de la acumulación será determinada por el volumen absoluto de la plusvalía.

Reproducción simple capitalista.

Es el proceso de renovación constante de toda la producción social capitalista en escala invariable.

Bajo el capitalismo, se da la reproducción simple cuando los capitalistas dedican a sus gastos personales toda la plusvalía que se apropian bajo el aspecto de distintas formas de ingreso, de suerte que las dimensiones de la producción no se modifican. Constituye un aspecto importante de la reproducción capitalista la realización de todo el producto social global en el mercado.

Para aclarar las condiciones en que se realiza el producto social es necesario conocer su composición no sólo por su valor, sino, además, por su forma natural. Por su valor, el producto social global se compone de c + v + p, (capital constante + capital variable + plusvalía). Por su forma natural, se descompone en medios de producción y artículos de consumo. Correspondientemente, toda la producción social se divide en dos grandes secciones: I, producción de medios de producción, y II, producción de artículos de consumo.

Reproducción capitalista ampliada

Es el proceso de renovación constante de toda la producción social capitalista en creciente volumen. Cuando la reproducción es ampliada parte de la plusvalía se capitaliza, es decir, se une al capital activo y se emplea para aumentar el volumen de la producción.
 Así tiene lugar una acumulación del capital. Parte de la plusvalía acumulada se destina a la adquisición de medios adicionales de producción, y otra parte, a la compra de fuerza de trabajo adicional. La producción en que la plusvalía acumulada se dedica a la adquisición de c y v (capitales constante y variable) suplementarios es determinada por la composición orgánica que se haya formado del capital. La realización del producto social también es un aspecto importante de la reproducción capitalista ampliada.

Concentración del capital

         Es el aumento del volumen del capital como resultado de la capitalización, de la acumulación de plusvalía. La concentración del capital se efectúa costa de transformar en capital parte de la plusvalía que los obreros asalariados crean y que el capitalista se apropia. Capitalizando la plusvalía, se aumenta el capital utilizable productivamente y ello sirve de base para ampliar las dimensiones de la producción, premisa para que se incremente la productividad del trabajo social y aumente la ganancia de los capitalistas. La concentración del capital y de la producción sirvió de base económica al nacimiento y desarrollo de los monopolios y a la transición a la fase imperialista del capitalismo.

        En la actualidad, una tercera parte de la producción industrial del mundo capitalista se halla concentrada en las manos, tan sólo, de doscientos grandes monopolios. A la vez que se concentra el capital en la industria, se concentra el capital bancario. De ello es un exponente el aumento del volumen de las operaciones que realizan los grandes bancos, su fusión y absorción de los bancos pequeños. Por ejemplo, el volumen de las operaciones de 10—15 bancos de Nueva York supera a toda la renta racional de los Estados Unidos. Los “cinco grandes” entre los mayores bancos ingleses poseían en sus cuentas, en 1957, el 77,3 % de la suma total de depósitos de todos los bancos por acciones del país.

La concentración del capital bancario se produce a grandes ritmos en todos los países capitalistas. Concentrando en sus manos inmensos capitales sociales, los bancos controlan una inmensa masa de capital ajeno y disponen de gran parte de los medios de producción y de las fuentes de materias primas en el interior del país y más allá de sus fronteras. Se establece una unión entre los monopolios bancarios y los industriales, y, sobre esta base se forman el capital financiero y la oligarquía financiera, que dominan por completo la economía y la política de los estados imperialistas.

Centralización del capital.


        Es el crecimiento del volumen del capital por la unión de varios capitales en uno solo o por la absorción de uno de ellos por otro. Este proceso significa que entre los capitalistas se redistribuyen capitales ya acumulados. La particularidad del proceso de centralización del capital estriba en que tal proceso refleja relaciones sobre todo entre los propios capitalistas. Sirven de palanca para acelerar la centralización del capital la lucha competitiva entre los capitalistas y el desarrollo del crédito capitalista.

La centralización del capital hace que la riqueza social se concentre en un pequeño grupo de grandes magnates del capital o en una unión de capitalistas. Una de las formas en que el capital se centraliza es la sociedad anónima. Al centralizarse el capital con su consiguiente concentración, ciertos propietarios de medios de producción se arruinan y son absorbidos por otros, crece la riqueza en manos de los mayores capitalistas.


El desempleo como reserva industrial necesaria en el capitalismo

Según Teoría marxista

Marx trata del problema de empleo a partir del análisis del proceso de acumulación capitalista. La acumulación capitalista genera un proceso de exclusión de mano de obra que tiende a formar una reserva permanente de personas, a través de una progresiva sustitución de mano de obra por maquinaria, lo que coincide con las ideas de Ricardo sobre la introducción de nuevas maquinarias.Ello posibilita frenar la tendencia alcista de los salarios, promotora de una demanda de mano de obra que creciera al mismo ritmo que la acumulación.

Dicha reserva de mano de obra sirve como reserva en sí misma para los períodos de expansión capitalista y a la vez como mecanismo de presión para la baja de los salarios. La acumulación genera un excedente de mano de obra, pero a la vez, precisa de él para continuar la acumulación: es causa y condición de la acumulación capitalista.

Dice Marx en El Capital: “el incremento del capital lleva consigo el incremento de su parte variable, es decir, de la parte invertida en fuerza de trabajo. Una parte de la plusvalía invertida en fuerza de trabajo. Una parte de la plusvalía invertida necesariamente tiene que volver a convertirse en capital variable o en fondo adicional de trabajo. Si suponemos que, sin alterar las demás circunstancias, la composición del capital permanece invariable (...) es evidente que la demanda de trabajo y el fondo de subsistencia de los obreros crecerá en proporción al capital y con la misma rapidez con que este aumente (...) la acumulación del capital supone, por tanto, un aumento del proletariado.”(Marx, 1973, Pág. 557).

Sobre las consecuencias de este crecimiento constante de la demanda de fuerza de trabajo tiene sobre los salarios, el autor señala: “como todos los años entran a trabajar más obreros que el año anterior, llega forzosamente, más temprano que tarde, un momento en que las necesidades de la acumulación comienzan a exceder la oferta normal de trabajo y en que, por lo tanto, suben los salarios” (Marx, 1973, Pág. 574)Este tipo de proceso se dio efectivamente, durante los períodos de gran expansión del capitalismo.

Los salarios tienen una relación inversa con las ganancias de los capitalistas o empresarios, pues el aumento de los salarios genera una baja de la tasa de ganancias. Esta situación trae como consecuencia que los empresarios tengan que decidirse entre invertir más o no. Si toma la primera opción el volumen global de ganancias obtenidas puede compensar la disminución porcentual de la tasa de ganancia y, la disminución de la inversión capitalista inicia un ciclo descendente de la economía, un excedente de trabajadores y, finalmente, una baja de los salarios y una recuperación de la tasa de ganancias.

En la medida que no varíe la composición del capital (en su componente variable o destinado a la compra de fuerza de trabajo y constante, o destinado a los bienes de capital), la crisis son el mecanismo propio del capitalismo de generar desempleo coyuntural, y así, bajar los salarios y mantener las ganancias. Pero ello no alcanza, es decir, en el propio proceso de acumulación debe existir un mecanismo de ajuste de la relación salario-ganancia y no esperar hasta que el ajuste los provoque la crisis.

La competencia entre los capitalistas los lleva a la búsqueda del abaratamiento de las mercancías. Esto se consigue logrando una mayor productividad del trabajo. Pero si en el proceso, la relación entre el capital constante y variable permanece igual, las nuevas inversiones generan pleno empleo y favorecen las condiciones de la clase obrera para pelear por aumentos salariales y por mejoras en las condiciones de trabajo, lo que determina que la productividad tienda incluso a bajar (Olesker, 2004).

Esto es uno de los factores que llevan a los capitalistas a invertir de manera creciente en capital constante, maquinarias, nuevas tecnologías, métodos modernos de producción, etc.

En otras palabras, la búsqueda de mayor productividad no se basa en la fuerza de trabajo, generando un cambio casi permanente en la composición orgánica del capital. Por esta razón, no se produce un aumento proporcional de la demanda de trabajo, sino por lo contrario, una disminución progresiva. Como la demanda de trabajo no depende del volumen de capital total sino solamente del capital variable, disminuye progresivamente a medida que aumenta el capital total, en vez de crecer proporcionalmente en relación con este, como antes suponíamos.

Marx señala que aunque el aumento del capital total supone también un crecimiento del capital variable (y la demanda de fuerza de trabajo que este representa), y este ritmo de crecimiento comienza a ser menor que el de la población obrera y, por tanto, surge un excedente o sobrante de los trabajadores, que tiende a ser mayor cuanto mayor es el ritmo de la acumulación capitalista. Esta población obrera sobrante se genera por dos vías: el despido de los obreros que antes tenían trabajo, y la imposibilidad de conseguirlo por una parte de los nuevos contingentes de trabajadores.

Es importante señalar que los procesos no se enmarcan en una situación de crisis, sino que resultan del proceso natural de acumulación capitalista. Y como los nuevos capitales invertidos son, en última instancia, resultado del trabajo acumulado, es la clase obrera, con su trabajo, la que genera las condiciones para su futuro desempleo.

Marx denomina a la “población obrera sobrante” Ejército Industrial de Reserva (EIR). Su primera función es deprimir los salarios: una alta dotación de mano de obra desocupada u ocupada presiona a la baja de los salarios, por existir gente disponible a trabajar por menores salarios.

Su segunda función es la de reserva, ya que en los momentos de expansión de la economía, siempre habrá disponibilidad de mano de obra que, de no haberla, presionaría a los salarios al alza.

En períodos de crisis, el EIR, integrado hasta ese momento por desplazados de la acumulación o buscadores de trabajo por primera vez que no consiguen empleo, se incrementa en volumen con el ingreso de todos los trabajadores desplazados por las empresas cerradas en las crisis. En definitiva, el desequilibrio del mercado de trabajo es la sumatoria de un componente estructural (modelo de acumulación) y un componente coyuntural (crisis cíclicas).

El EIR tiene cuatro componentes:• Los desempleados propiamente dichos, es decir, la superpoblación excedente relativa (SER) flotante, por su entrada y salida del mercado de trabajo. Sería el desempleo abierto.

• Los que tiene trabajo esporádico, en malas condiciones y por ende siempre están dispuestos a ingresar al trabajo formal. Son los precarios e informales que Marx llamó SER intermitente.
• Los que están en sectores que serán destruidos y están en espera de ser reserva. Marx los llamó SER latente.
• Los desplazados definitivamente, es decir, los desocupados crónicos.

Las teoría neoclásica del empleo ha predominado en el pensamiento económico por más de un siglo, además de ser la más conocida y divulgada en el mundo académico, por tal razón la tomamos como teoría base para la comparación entre las diferentes teorías sobre el empleo (la propia neoclásica, la keynesiana y la marxista).

La teoría neoclásica defiende el criterio de la mano invisible, donde de forma automática los mecanismos del libre mercado regulan la igualdad entre la oferta y la demanda de trabajo, manteniendo la economía en el equilibrio de pleno empleo.

Para sus representantes los altos salarios provocaban un aumento de la oferta de trabajo, estos eran rígidos debido a la intervención del Estado y de los sindicatos y por tanto eran los causantes principales del desempleo.

Depauperación inevitable de los trabajadores en el capitalismo

No es más reducción del nivel de vida del proletariado bajo el capitalismo. Se manifiesta, ante todo, en el descenso del grado en que se satisfacen las crecientes necesidades, materiales y espirituales, de los obreros, en el empeoramiento de sus condiciones de trabajo y de vida. La depauperación absoluta de la clase obrera, lo mismo que la depauperación relativa del proletariado, es una consecuencia directa de la ley económica fundamental del capitalismo la ley de producción de la plusvalía, y de la ley general de la acumulación capitalista.

Contradicción fundamental del capitalismo.

Contradicción entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiarse el producto del trabajo. Esta contradicción expresa el profundo antagonismo entre el trabajo asalariado y el capital, entre las fuerzas productivas en desarrollo y las relaciones de producción capitalistas que las encadenan.

 A medida que se desarrollan las fuerzas productivas modernas, basadas en la gran industria maquinizada, la producción va concentrándose más y más, la división social del trabajo progresa, lo cual lleva a que se amplíen y se intensifiquen los nexos económicos entre las diversas empresas y ramas de la economía. En la producción de cada clase de producto participan, directa o indirectamente, empresas de diferentes ramas de la producción, centenares de miles y millones de obreros, agrupados en las empresas capitalistas.

 El proceso de producción y de trabajo se socializa en grado creciente. Sin embargo, tanto la producción como sus resultados no pertenecen a quienes en realidad son sus creadores (los trabajadores), sino a personas privadas, a los capitalistas, quienes utilizan la riqueza social para obtener ganancias, y no en interés de toda la sociedad. La relativa organización del trabajo en las empresas entra en contradicción con la anarquía y la falta de plan de la economía capitalista tomada en su conjunto.

Esta contradicción alcanza su máxima agudeza en los años de crisis. Con el desarrollo del capitalismo, la contradicción básica aún se agrava más. Ahora bien, el capitalismo no sólo engendra la contradicción básica que le es inherente, sino que además crea las condiciones objetivas y subjetivas para resolverla. La parte fundamental de la clase obrera se halla concentrada en las grandes empresas y en los centros industriales, hecho que facilita su unión, cohesión y organización en la lucha contra la clase de los capitalistas.

En el decurso de la lucha revolucionaria, la clase obrera, al frente de todos los trabajadores, liquida la contradicción fundamental del capitalismo eliminando el régimen capitalista y sustituyéndole por un régimen social más progresivo: el socialismo, el comunismo.

2.6 El capital comercial y la ganancia comercial.

Capital comercial. 

En la sociedad capitalista, el capital comercial es la parte desglosada del capital industrial aplicada por un grupo especial de capitalistas, exclusivamente en la esfera de la circulación. Su función específica es atender el proceso de venta de las mercancías producidas por los capitalistas industriales.

Capital comercial.

            Capital invertido en la esfera de la circulación su función principal estriba en obtener ganancias mediante la compra y venta de las mercancías. En las formaciones pre capitalista el capital comercial era una forma independiente, la dominante del capital. Contribuyó al desarrollo de las relaciones monetario mercantil, a la ruina de los pequeños productores, a la acumulación de grandes recursos dinerarios en manos de algunos explotadores, lo que facilitó el advenimiento del modo capitalista de producción. A medida que el capitalismo se desarrolla, el capital comercial se ve subordinado al capital industrial. El desarrollo de la economía capitalista se caracteriza por el hecho de que las funciones de producir y de realizar las mercancías se dividen entre los capitalistas comerciales e industriales. El capital comercial posee dos formas:

1) la comercial-mercantil que tiene por objetivo realizar el capital mercantil y la plusvalía contenida en las mercancías.
 2) la del capital monetario-comercial, que efectúa operaciones comerciales con dinero.

La disociación del capital comercial de modo que constituya una forma independiente crea las condiciones para que se acelere la rotación del capital industrial y se incremente la plusvalía producida por todo el capital social.

La separación del capital industrial respecto del capital comercial acentúa la contradicción inherente al capitalismo entre la producción y el consumo. Los industriales, al vender la producción acabada al capitalista comercial, se despreocupan de lo que sucede luego con los artículos fabricados y siguen produciendo mercancías, acumulándolas en depósitos a menudo ya repletos, ampliando las dimensiones de las crisis de superproducción y ahondando, con ello, la contradicción fundamental del capitalismo: la que existe entre el carácter social de la producción y la apropiación capitalista privada.

Ganancia comercial.
          
  Ganancia que obtiene el capital comercial. Su fuente está en la plusvalía creada por el trabajo asalariada en el proceso de la producción. Cuando existe la libre competencia, la ganancia comercial equivale a la ganancia media. El capitalista industrial vende las mercancías a los capitalistas comerciales no por su valor, sino por algo menos, lo cual hace posible que los capitalistas comerciales obtengan la cuota media (general) de ganancia.

El capitalista comercial obtiene la ganancia en forma de diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de las mercancías a costa de la plusvalía creada en el proceso de la producción. El capital comercial explota a los pequeños productores -como vendedores y como compradores- estableciendo las denominadas "tijeras de los precios". Es sobre todo característico de la época imperialista el aumentar los precios sobre los artículos de consumo industriales y el reducir los precios de las mercancías que se compran a los pequeños productores. Esto conduce a una redistribución de los ingresos de los trabajadores en favor de los capitalistas comerciales y al incremento de la ganancia comercial. Bajo el imperialismo, el capital comercial monopolista asegura una elevada ganancia monopolista.

Bajo el socialismo, las empresas comerciales, como resultado de su actividad económica, obtienen una ganancia. La ganancia comercial de las empresas socialistas constituye una parte del valor del producto creado por los trabajadores para la sociedad. Los ingresos del comercio socialista se utilizan para seguir desarrollando la economía nacional, incluida el perfeccionamiento de las formas y de los métodos para servir a la población a través del sistema comercial.

Gastos de circulación.

 Son los desembolsos que ocasiona el proceso de circulación. Hay que distinguir dos clases de gastos de circulación: 1) los gastos netos de circulación y 2) los relacionados con la necesidad de proseguir en la esfera de la circulación el proceso de producción.
         
   En la economía capitalista, los gastos netos de circulación son desembolsos de capitales relacionados con el proceso de la circulación propiamente dicha, es decir, con el cambio de forma del valor. Entran en esta categoría, en primer término, los gastos para remunerar a los vendedores y a los agentes de comercio, los gastos de propaganda impresa y oral, de correspondencia, de suscripción a boletines de comercio, catálogos y guías, los gastos ocasionados por comisiones de servicio, por contabilidad y oficinas.

Estos gastos no añaden valor alguno a la mercancía, son gastos improductivos de recursos monetarios, de trabajo vivo y materializado. Representan un descuento directo sobre la suma global de plusvalía creada por el trabajo de los obreros asalariados en el proceso de la producción capitalista. A medida que el capitalismo se desarrolla, crecen los gastos netos de circulación, especialmente gravosos para las masas populares en el período de la crisis general del capitalismo.

Los gastos de circulación impuestos por la necesidad de proseguir el proceso de producción en la esfera de la circulación comprenden los gastos ocasionados por el transporte y el almacenamiento de las reservas normales de mercancías, por su acabado, empaquetado y embalaje.

Formas de comercio capitalista.

Al incrementarse la producción y la circulación capitalista, se desarrollan también las formas del comercio al por mayor y al por menor. Tenemos:
Comercio al por mayor: es el comercio entre los industriales y las empresas comerciales.
 Comercio al por menor: es la venta directa de las mercancías a la población.

 En el comercio, al igual que en la industria, se dan la concentración y la centralización del capital. El desplazamiento de los pequeños y medianos capitalistas por los grandes se opera tanto en el comercio al por mayor como en el comercio al por menor. En este, la concentración de los capitales se efectúa principalmente bajo la forma de la apertura de grandes almacenes generales y especiales:

En los almacenes generales: se venden toda clase de mercancía.
En los almacenes especiales: se dedican a la venta de una clase de mercancía solamente, por ejemplo: calzado, confecciones, etc.
     
La producción de mercancías del mismo tipo le permite al comerciante organizar al comercio al por mayor, a base de muestras. De esta manera las mercancías corrientes homogéneas (algodón, fibra de lino, metales ferrosos y no ferrosos, caucho, cereales, azúcar, café, etc.) se venden y compran en las bolsas de comercio a base de los patrones y muestras establecidas.

Bolsa de comercio.

Es el Mercado donde se conciertan transacciones de distinto género. En los países capitalistas existen tres tipos de bolsas; la de comercio la de valores y la de trabajo. Bolsa de Comercio: mercado en que se efectúa la compra y venta de mercancías al por mayor según muestras y standards.

La mercancía objeto de transacción bursátil puede no pasar directamente de unas manos a otras; el vendedor puede operar sin mercancía real, y el comprador, sin dinero en efectivo. A ello se debe que las operaciones se efectúen solo con grandes cantidades de mercancías homogéneas tales como los cereales, el algodón, los metales, el azúcar, etc., de las que se forman conforme a las muestras y los standards determinadas partidas de cualidades equivalentes.

En las bolsas de comercio, las transacciones entre capitalistas se realizan, sobre todo, a plaza. Cuando la transacción es a plazo, el vendedor se obliga a entregar al comprador, en el término establecido, la mercancía vendida a un precio determinado. Este negocio bursátil es el que da más pie a la especulación con mercancías. El vendedor estima que el precio de la mercancía al llegar el plazo establecido habrá bajado y que él recibirá la diferencia en los precios; a su vez, el comprador confía en que los precios aumentarán, de modo que la transacción le proporcionará una ganancia.

Comercio exterior.

           Comercio de exportación e importación de mercancías de un país con otros países. En el régimen capitalista, el objetivo principal del comercio exterior radica en el afán de los capitalistas y sus asociaciones de obtener altas ganancias. En los países capitalistas, el desarrollo del comercio exterior se halla condicionado por las desproporciones que constantemente surgen en determinadas ramas, por el aumento de la producción de mercancías más allá de los límites, relativamente estrechos, del mercado interior.

Bajo el imperialismo, el comercio exterior se convierte en arena de los monopolios en su lucha por los mercados mundiales y por las fuentes de materias primas, se utiliza para someter económica y políticamente a los países coloniales y dependientes, para explotar a la población de dichos países. Con el desarrollo del Capitalismo monopolista de Estado cada vez se generaliza más la participación directa del Estado imperialista en convenios internacionales para el reparto de los mercados y de las fuentes de materias primas, para la financiación de las exportaciones, etc... Posee un carácter de principio completamente distinto el comercio exterior de los países socialistas, que el Estado monopoliza.

 En esta esfera, la política se inspira en el respeto a la soberanía nacional, en la observancia del principio de igualdad plena entre las partes y de la ventaja recíproca. El comercio exterior de los países de la comunidad socialista se desarrolla partiendo de la división socialista internacional del trabajo. Facilita la aproximación económica de los países, la nivelación de sus grados de desarrollo económico, la consolidación de la economía socialista mundial. El comercio exterior de los países socialistas con los países en desarrollo contribuye a que éstos fortalezcan su soberanía estatal y su independencia económica.

2.7 El capital de préstamo y el interés.

Capital de préstamo.

       Capital monetario que su poseedor concede a otros capitalistas por un determinado tiempo y por una determinada remuneración en calidad de interés. Su particularidad diferencial estriba en que quienes utilizan el capital pare producir plusvalía no son sus propios poseedores, sino otras personas; los capitalistas en funciones.

En el proceso del ciclo del capital industrial se forman sistemáticamente recursos monetarios que quedan libres por cierto tiempo. En su afán de obtener ganancias, los capitalistas que disponen de tales recursos los ceden en préstamo a los capitalistas industriales que los necesitan para ampliar la producción y aumentar la plusvalía.
          
  El capitalista industrial devuelve al capitalista que concede el préstamo y en forma de interés parte de la nueva plusvalía obtenida, es lo que abona por el derecho de utilizar el capital del prestamista. La fórmula del capital de préstamo es D — D¹ (préstamo en dinero — préstamo con interés).

Este movimiento de dinero hace que, aparentemente, la fuente del ingreso que percibe el prestamista radique en el dinero mismo, aunque el verdadero origen del incremento dinerario es la plusvalía creada en el proceso de producción por los obreros asalariados, plusvalía de que se apropian gratuitamente los capitalistas industriales y los prestamistas. Aunque estos últimos no participan por sí mismos en la producción, explotan, junto con los industriales, a la clase obrera.

El capital de préstamo no sólo expresa relaciones económicas entre los prestamistas y los capitalistas industriales, sino, además, entre la clase capitalista y la clase obrera explotada. En la sociedad burguesa, sirven de intermediarios entre prestamistas y capitalistas industriales los bancos, que acumulan los capitales monetarios libres y conceden créditos a las empresas capitalistas y al Estado burgués.

El crédito contribuye a que la producción se amplíe y concentre, a que se acelere el proceso de su socialización y, al mismo tiempo, acentúa el carácter parasitario del régimen capitalista, a la vez que agudiza las contradicciones que le son inherentes. Bajo el imperialismo, el capital de préstamo, en forma de capital bancario monopolista unido al capital monopolista industrial, constituye la oligarquía financiera.

Interés.

          Parte de la ganancia que el capitalista en funciones, industrial o comerciante, abona al capitalista que concede un préstamo (banquero) por el derecho a utilizar temporalmente el capital prestado.

El interés aparece en la superficie de los fenómenos como precio del capital-mercancía, es decir, como una mercancía dineraria sui generis, solicitada por los capitalistas en funciones para producir, con ella, plusvalía. En realidad, el interés no puede ser una expresión dineraria del valor, o sea, el precio del capital de préstamo. Los capitalistas en funciones, al cancelar su deuda, no pueden entregar, por el derecho a utilizar el capital del empréstito, toda la plusvalía obtenida, toda la ganancia. Una parte de la ganancia se entrega en forma de interés al propietario del capital de préstamo; la otra parte se la queda el capitalista industrial en forma de ganancia del empresario.

El interés y la ganancia del empresario.

          Parte de la ganancia media obtenida con capital tomado a préstamo; se apropian de ella los capitalistas industriales y comerciales. Con el fin de obtener mayores ganancias, los capitalistas, para ampliar la producción, no sólo utilizan su propio capital, sino, además, capital de préstamo, que obtienen de otros capitalistas que disponen de un excedente monetario. Dicho capital se destina a la compra de medios de producción y de fuerza de trabajo. Explotando el trabajo asalariado, el capitalista extrae plusvalía que adopta la forma transfigurada de ganancia. Cuando el capitalista utiliza en la producción capital de préstamo, ha de entregar parte de la ganancia al prestamista.
            
En consecuencia, la ganancia se divide en dos partes: la ganancia del empresario, de la que se apropia el capitalista industrial o comercial, y el interés, del que se apropian los capitalistas que han prestado el dinero. La división de la ganancia en ganancia del empresario e interés encubre la explotación capitalista, y desfigura la naturaleza real de estas partes de la plusvalía.

Por otra parte, esta división de la plusvalía da origen a determinadas contradicciones entre los capitalistas que prestan el dinero y los que lo emplean, pues dentro de unas magnitudes dadas de ganancia, la del interés y la del empresario, se encuentran entre sí en relación inversa: cuanto más elevado es el interés, tanto menor resulta la ganancia del empresario, y viceversa. No obstante, esta contradicción no elimina la comunidad de intereses de clase de ambos grupos de capitalistas: tanto los capitalistas que prestan el dinero como los que lo emplean están interesados en aumentar la plusvalía, es decir, en intensificar la explotación de la clase obrera.

Formas de Crédito

Término utilizado en el comercio y finanzas para referirse a las transacciones que implican una transferencia de dinero que debe devolverse transcurrido cierto tiempo. Por tanto, el que transfiere el dinero se convierte en acreedor y el que lo recibe en deudor; los términos crédito y deuda reflejan pues una misma transacción desde dos puntos de vista contrapuestos. Finalmente, el crédito implica el cambio de riqueza presente por riqueza futura.

Formas de crédito

•         Según el origen:

a. Créditos comerciales, son los que los fabricantes conceden a otros para financiar la producción y distribución de bienes; créditos a la inversión, demandados por las empresas para financiar la adquisición de bienes de equipo, las cuales también pueden financiar estas inversiones emitiendo bonos, pagarés de empresas y otros instrumentos financieros que, por lo tanto, constituyen un crédito que recibe la empresa;
b. Créditos bancarios, son los concedidos por los bancos como préstamos, créditos al consumo o créditos personales, que permiten a los individuos adquirir bienes y pagarlos a plazos;
c. Créditos hipotecarios, concedidos por los bancos y entidades financieras autorizadas, contra garantía del bien inmueble adquirido;
d. Créditos contra emisión de deuda pública. Que reciben los gobiernos centrales, regionales o locales al emitir deuda pública;
e. Créditos internacionales, son los que concede un gobierno a otro, o una institución internacional a un gobierno, como es el caso de los créditos que concede el Banco Mundial.

•     Según el destino:

De producción: Crédito aplicado a la agricultura, ganadería, pesca, comercios, industrias y transporte de las distintas actividades económicas.
De consumo: Para facilitar la adquisición de bienes personales.
Hipotecarios, destinados a la compra de bienes inmuebles,

•        Según el plazo:

A corto y mediano plazo: Otorgados por Bancos a proveedores de materia prima para la producción y consumo.
A largo plazo: Para viviendas familiares e inmuebles, equipamientos, maquinarias, etc.

•         Según la garantía:

Personal. Créditos a sola firma sobre sus antecedentes personales y comerciales.
Real (hipotecas). Prendarias cuando el acreedor puede garantizar sobre un objeto que afecta en beneficio del acreedor.

Bancos y sus operaciones.

      Las operaciones bancarias y de crédito conciernen a las más variadas actividades de la vida económica de un país y atañen a todos sus grupos sociales. El ahorro familiar, el financiamiento de las empresas, la economía pública, dan lugar a variadas funciones bancarias. Este amplio campo de la actividad humana está sometido a diferentes regulaciones. Así, la forma por el grupo de normas técnicas que se refieren a la ordenación contable de las empresas bancarias (contabilidad bancaria); la relativa a las normas económicas de aplicación concreta en este campo (economía bancaria); la concerniente al mecanismo y a la especialización profesional (técnica bancaria); la constituida con las normas jurídicas relativas a la materia bancaria (derecho bancario).
     
  En la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito y en las leyes de instituciones de crédito se habla de operaciones de crédito y bancaria; en el Código Comercio se emplea también la expresión operaciones de banco; pero en ninguno de estos ordenamientos se precisa su concepto. No podríamos decir que operación de banco sea aquella que realiza una institución de crédito, porque precisamente debe ser al revés, es decir, que las instituciones de crédito pueden realizar las operaciones considerados como bancarias. Históricamente, tampoco es posible fijar ese concepto, porque a lo largo de la evolución de los bancos, éstos han venido practicando operaciones muy diversas. Si queremos precisar el concepto de operaciones de banco, debemos tener en cuenta que del estudio de la Ley General de Instituciones de Crédito y de la nueva ley de Instituciones de Crédito, resulta que las operaciones bancarias practicadas por los bancos de depósito, de ahorro, crédito hipotecario, financieros y fiduciarios, y ahora las instituciones de banca múltiple y la banca de desarrollo, consisten todas en una serie de operaciones de crédito.

Las sociedades anónimas.
        
  Son la forma de organización de las grandes empresas dominante en los países capitalistas; su capital se obtiene mediante la venta de acciones. Las sociedades anónimas surgieron cuando el desarrollo de las fuerzas productivas llegó al estadio en que la fundación de empresas gigantes, la construcción de ferrocarriles, canales, entre otros., exigía la centralización de capitales individuales.
Los beneficios de la sociedad anónima (descontados los recursos que se destinan a ampliar la producción, a aumentar el capital de reserva, al pago del personal que dirige la sociedad y de los impuestos quo establece el Estado) se reparten entre los accionistas bajo el aspecto del dividendo por acción. Los apologistas de la burguesía intentan presentar el desarrollo de las empresas en forma de sociedades anónimas como "democratización del capital".

El capital ficticio y la circulación de monedas en los países capitalistas.

Desde el colapso del sistema de paridades fijas sustentadas en el sistema oro-dólar, se acentuó el carácter fetichista al mismo tiempo que irracional de la economía mundial. En términos de la fórmula general del capital (Marx 1975-1988, I/1: 179-190), la relación D-D’: “capital que rinde interés”, expresión de la metamorfosis del capital especulativo con su propia lógica aparentemente autónoma, pasa a ser preeminente dentro del “movimiento (general) de cosas”. Así, “En el capital que devenga interés, la relación de capital alcanza su forma más enajenada y fetichista.” (Marx 1976-1982, III/7: 499).

A nivel del conjunto de intercambios internacionales de mercancías y flujos monetarios, ello se refleja nítidamente. Si tenemos en cuenta la larga cadena de operaciones, cubiertas o encubiertas, que alimentaba la burbuja financiera que recientemente explotó y se originaba en el mercado hipotecario americano, la expresión D-D’ se queda corta y debería expresarse en realidad mediante esta otra notación:
D - D’ - D” - D”’ - … Dn (a)

Cuando Marx representa la relación D-D’ o esta otra: M-D-M, que representa la circulación mercantil (en este segundo caso, teniendo de mediador al dinero como equivalente general), lo hace para dar cuenta de relaciones entre cosas; es decir, la relación fetichista entre los poseedores de mercancías (M) y los poseedores de dinero (D). Para Marx toda relación mercantil -y el dinero que se presta es también mercancía- es una relación fetichista por dos razones: i] las relaciones sociales aparecen transfiguradas como relaciones entre cosas (mercancías y dinero) ; ii] en el acto del intercambio una cosa es “enajenar el producto del trabajo propio” y otra “adquirir el producto del trabajo ajeno”: es el famoso quid pro quo (Marx 1975-1988, I/1: 88), abstrayendo del segundo el uso o destino final (acumulación o consumo). De ahí que: “Nada puede ser más desatinado que el dogma según el cual la circulación de mercancías implica un equilibrio necesario entre las compras y las ventas.” (Marx 1975-1988, I/1: 137).

    Son pertinentes algunas observaciones.

Primera observación. Desde el punto de vista de su finalidad o uso, el capital que devenga interés puede significar: [1] préstamo de dinero que es invertido para fines productivos y/o comerciales; [2] dinero que se pide prestado para especular con los precios de mercado de los activos (v. gr. viviendas, otros inmuebles) u otros “precios” de la economía (tipo de cambio, tasa de interés interna o internacional; acciones, títulos y otras cotizaciones en bolsa), cualquiera sea la condición de solvencia o capacidad de pago de quien pide prestado. En ambos casos participan propietarios de dinero en calidad de prestamistas (v. gr. capitalistas individuales, bancos) y demandantes del mismo en el rol de prestatarios (sean empresarios, individuos o familias). El acuerdo resultante entre unos y otros está regido por una “transacción jurídica”.

Segunda observación. Todo capital que rinde interés implica: [3] que es un “valor que se valoriza a sí mismo” (Marx 1976-1982, III/7: 451); [4] debe proporcionar una ganancia o utilidad monetaria para el prestamista (salvo que estemos hablando de un crédito para el consumo). Si genera ganancia empresarial estamos en una situación donde “el dinero funciona como capital” (Marx 1976-1982, III/7: 453). Si proporciona una utilidad proveniente del juego especulativo, nos referimos a una situación donde el dinero recibido opera como capital usurario. Para que el capital prestado se realice (valorice), la ganancia por el valor de uso del dinero prestado debe ser mayor al interés (plusvalor). Algo parecido debe ocurrir con la utilidad especulativa.

Tercera observación. En el caso [2] el vínculo con la economía real desaparece o se hace más imperceptible que en [1], pues adopta la forma de un proceso completa-mente “exterior” que se multiplica y reproduce a si mismo: el prestamista adelanta su capital “como dinero o suma de valor, y retorna como suma de valor” (Marx 1976-1982, III/7: 447), en la forma de dinero incrementado (capital adelantado o prestado + plusvalor). El caso norteamericano muestra que este hecho se realizó a una escala colosal, a través de una larga cadena de pagos (contenida en la expresión a). El plusvalor proveniente de la especulación y el derivado de la ganancia son una y la misma cosa (dinero), pero los mecanismos de su obtención sí son sustancialmente diferentes, dadas las condiciones internas (distribución del ingreso, condiciones de mercado y demanda, política económica y financiera del gobierno).

Teniendo en consideración lo dicho anteriormente, y poniendo el tema que nos ocupa en términos que podría comprometer el funcionamiento de todo el sistema, el colapso de Wall Street en el 2008 nos obliga a plantear la cuestión (hipótesis) de si, con la globalización de los mercados, la utilización del dinero como capital estaría siendo crecientemente desplazada por la preferencia a emplearlo como “fetiche automático” (Marx 1976-1982, III/7: 500).

En otras palabras, planteamos críticamente que los procesos de producción y circulación de mercancías están dejando de ser instancias mediadoras en la fórmula general del capital D-M-D’, donde la letra “M” es la síntesis de esos procesos, y por tanto el capital dinero va divorciándose de ello, dejando así de expresar la unidad de la reproducción. Como sostenía Aníbal Quijano: “El capital financiero y la acumulación especulativa desenfrenada han pasado a tener el dominio del capitalismo mundial, del conjunto de la estructura mundial de acumulación.” (Quijano 2001).

2.8 La crisis económica en el capitalismo.

            Son el conjunto de relaciones económicas entre las economías nacionales de los países capitalistas que asegura una situación dominante a un pequeño número de estados imperialistas. La economía capitalista mundial queda estructurada por completo cuando el capitalismo pasa a la fase del imperialismo. Dicho sistema acabó de formarse gracias a los progresos de la gran industria capitalista en muchos países, a los avances registrados en la división internacional del trabajo y en el mercado mundial, a la exportación de capitales y a la subordinación de los países atrasados a un pequeño grupo de estados imperialistas. La economía capitalista mundial no constituye, en esencia, una simple suma de unidades económicas nacionales, sino un sistema mundial de subordinación financiera y de explotación de los países coloniales, dependientes y económicamente poco desarrollados, por un puñado de potencias capitalistas "avanzadas". La división capitalista internacional del trabajo condena a los países atrasados a no liberarse de su condición de apéndices agrarios abastecedores de materias primas respecto a los estados imperialistas.

El mercado capitalista mundial y las relaciones crediticias son eslabones importantes de la economía capitalista mundial en la esfera de la circulación. Constituyen rasgos característicos del mercado capitalista mundial su carácter anárquico y el intercambio no equivalente entre los países industrialmente desarrollados y los agrarios, en detrimento de estos últimos. En las condiciones de la crisis general del capitalismo, en el periodo en que se hunde el sistema colonial del imperialismo, los monopolios procuran conservar los debilitados nexos de la economía capitalista mundial recurriendo a nuevas formas de sujeción y dominio, mediante diferentes tipos de organizaciones monopolistas de Estado ("Mercado Común") y el neocolonialismo.

En las condiciones actuales, se dice en el Programa del P.C.U.S, "la liquidación del régimen capitalista en un numeroso grupo de países, el desarrollo y el reforzamiento del sistema socialista mundial, la desintegración del sistema colonial y el hundimiento de los viejos imperios, el desplome -iniciado ya- de la estructura económica colonial de los países liberados, la ampliación de los lazos económicos entre estos países y el mundo socialista, todo ello ahonda la crisis de la economía capitalista mundial". Agudas contradicciones desgarran el sistema capitalista de economía mundial; en su seno se libra una encarnizada lucha competitiva entre los estados imperialistas y también entre los monopolios internacionales por los mercados, por las esferas de inversión de capitales y por la obtención de elevadas ganancias.        

Bajo los golpes del movimiento obrero revolucionario y de la lucha de liberación nacional, se van desgajando del sistema capitalista mundial un país tras otro, y estos países emprenden la edificación del socialismo y forman el sistema socialista de economía mundial. Hasta el hundimiento definitivo del imperialismo, la mejor política que ha de presidir las relaciones entre estos dos sistemas de economía mundial es la que se inspira en el principio de la coexistencia pacífica y en la emulación económica.

La base de las crisis capitalistas de superproducción

Sobreproducción


Paro = Crisis de subconsumo = Empresarios arruinados

Sobreproducción o superproducción (también sobreoferta, exceso de oferta y exceso de producción) se refiere a la situación económica en la que se produce un exceso de oferta de productos o bienes sobre la demanda del mercado.

En principio puede deberse a un aumento neto de la producción para la que no hay demanda, a una reducción de la demanda, es decir, un subconsumo o al círculo vicioso: sobreproducción, desempleo, subconsumo, sobreproducción.

La sobreproducción es la acumulación de inventarios invendibles en manos de las empresas. La sobreproducción es una medida relativa, refiriéndose al exceso de producción sobre el consumo. La tendencia a la sobreproducción de productos básicos que puede conducir a un colapso económico de la economía capitalista.

Cualquier reducción en la producción implica una reducción en el empleo; una reducción en el empleo, a su vez, reduce el consumo; como la sobreproducción es el exceso de producción por encima del consumo, esta reducción en el consumo empeora el problema. Esto crea un círculo vicioso, según el cual el exceso de inventarios obliga a las empresas a reducir la producción, reduciendo así el empleo, que a su vez reduce la demanda de los inventarios en exceso. La reducción general del nivel de precios -deflación- causada por la ley de la oferta y la demanda también obliga a las empresas a reducir la producción a medida que disminuyen los beneficios. La reducción de beneficios hace que ciertas áreas productivas no sean rentables

Para la teoría del subconsumo (véase John A. Hobson), en el sistema capitalista existen ciclos económicos que producen de manera crónica una insuficiencia de la demanda, en principio ocasionada por un aumento de la producción, acumulaciones de stocks y el consiguiente aumento del número de parados. La capacidad productiva del sistema aumenta al tiempo que el poder de compra o capacidad adquisitiva de la población disminuye. La crisis económica de 1929 fue el resultado de una crisis de sobreproducción que comenzó hacia 1924.


Contexto de la sobreproducción

Si la sobreproducción es general en todo el mercado y se extiende en el tiempo la economía del país, la región o incluso la economía mundial entra en crisis. Habitualmente las empresas reducen su producción prescindiendo de parte de los trabajadores, provocando un aumento del desempleo; a veces cierran (quiebra) incrementando la profundidad de la crisis económica.

En la economía clásica una sobreproducción implicaría una bajada de precios derivada del exceso de bienes o productos sin vender o de una reducción de la demanda -por pérdida de poder adquistivo de los compradores, aumento del desempleo-. En este sentido el equivalente a la sobreproducción es el subconsumo o demanda insuficiente.


Crisis económica de superproducción

La fase del ciclo capitalista caracterizada por el estallido de todas las contradicciones de la economía capitalista. La crisis económica se manifiesta en la superproducción de mercancías y en el hecho de que se acentúan bruscamente las dificultades de venta. Las empresas o se cierran o reducen sensiblemente la producción de mercancías, crece el paro forzoso en masa, desciende en alto grado el nivel de vida de los trabajadores, se altera el comercio, se desequilibran las relaciones monetarias y crediticias, quiebran firmas industriales comerciales y bancarias. Bajo el capitalismo la superproducción de mercancías no es absoluta, sino relativa, pues significa que se da un exceso de mercancías tan sólo en relación con la demanda solvente.

La causa de las crisis económicas de superproducción rende en la contradicción fundamental del capitalismo: la que existe entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiarse los resultados de la misma. Dicha contradicción se manifiesta en la anarquía de la producción capitalista, en la alteración constante de las proporciones en la economía de los países capitalistas, en la contradicción existente entre la producción y el consumo, entre la burguesía y el proletariado.

En el curso de la reproducción capitalista se pone inevitablemente al descubierto el antagonismo entre los fines de la producción capitalista y el medio de alcanzarlos. En su afán de ganancias, los capitalistas procuran ampliar sin limites la producción, lanzan al mercado una cantidad de artículos cada vez mayor. Al mismo tiempo, elevan el grado de explotación de los trabajadores y reducen su nivel de vida. Ello hace que la demanda solvente de la población empiece a rezagarse de las posibilidades de producción, lo cual conduce, inevitablemente, a que surjan dificultades para realizar las mercancías producidas en las empresas capitalistas. Las mercancías no se venden, las empresas no pueden reponer sus gastos, se encuentran imposibilitadas de continuar producción.

 En consecuencia, se altera el proceso de producción en las empresas, en la correspondiente rama y en toda la economía de la sociedad capitalista. El capitalismo sale de la crisis destruyendo parte de las fuerzas productivas (cierre de empresas, destrucción de mercancías), acentuando la explotación de los trabajadores y también renovando el capital fijo. Mas como quiera que en el marco del capitalismo no es posible eliminar la causa fundamental de las crisis de superproducción, surgen éstas una y otra vez, aparecen en todas las esferas de la vida económica (en la producción, en la distribución, en el cambio y en el consumo, en la industria y en la agricultura) y se extienden a todo el mundo capitalista. En el período del capitalismo premonopolista, estas crisis se repetían cada 10-11 años (en 1825, 1836, 1847 — 1848, 1857, 1866, 1873, 1882, 1890). La más profunda de todas ellas fue la de 1873.

Carácter cíclico de la reproducción capitalista

CICLO CAPITALISTA

El movimiento de la producción capitalista a través de fases que guarden entre si una relación de sucesión: crisis, depresión, reanimación y auge. El conjunto de fases entre dos crisis forma un ciclo capitalista. La base del desarrollo cíclico de la producción capitalista es la crisis, fase principal del ciclo capitalista. Cada crisis, culminación de un ciclo, inicia un nuevo ciclo. En la crisis estallan las contradicciones que se han ido acumulando durante el precedente ciclo de la producción capitalista. A la crisis sigue la depresión, lo que se caracteriza por el hecho de que se detiene el descenso de la producción y se entra en un período de estancamiento.

En la fase de la depresión se crean las premisas de la subsiguiente reanimación y del auge. Los procesos fundamentales característicos de cada una de las fases del ciclo contribuyen a crear las condiciones que permiten pasar a la fase siguiente.
           
El carácter cíclico constituye una propiedad orgánica del desarrollo de la producción capitalista. En el cielo capitalista, todas las fases se hallan orgánicamente enlazadas entre sí: de una se pasa a la otra con el rigor de un fenómeno sujeto a ley. El movimiento cíclico de la producción capitalista se encuentra indisolublemente vinculado a las condiciones de la reproducción del capital fijo. A pesar de que los capitales individuales se movilizan en momentos distintos y de que los tiempos de rotación del capital fijo son diferentes en los períodos de crisis, este capital sufre una desvalorización en masa y una destrucción física. Por eso la crisis sirve siempre de punto de partida para nuevas grandes inversiones de capital, y a medida que este proceso adquiere carácter masivo se pasa de la depresión a la reanimación.

En esta fase, la renovación del capital fijo alcanza tal volumen que se llega al nivel de la producción de antes de la crisis y hasta puede superarse. De ahí que el fundamento material del ciclo capitalista sea la reproducción del capital fijo. El carácter cíclico de la producción bajo el capitalismo es una prueba de que el proceso de su desarrollo es espontáneo, el curso de la reproducción es discontinuo y el carácter del modo capitalista de producción es, en último término, transitorio.


Las crisis agrarias y alimentarias en el capitalismo.

La crisis económica de superproducción en la agricultura de los países capitalistas. La mengua de la producción industrial y el descenso de la capacidad adquisitiva de la población trabajadora hacen que disminuyo la demanda de productos del campo. Por otra parte, durante la crisis agraria se reduce la demanda de maquinaria agrícola, de abonos minerales y otras mercancías industriales. Todo ello ahonda la crisis agraria y hace más difícil salir de ella. Las crisis agrarias tienen la particularidad de no ser rigurosamente periódicas, y se distinguen por su prolongada duración.

 La primera crisis agraria se produjo entre 1870—1875, y duró hasta la segunda mitad de la última década del siglo: la crisis agraria subsiguiente abarcó desde 1920 hasta la segunda guerra mundial. Después de esta guerra, se inició una nueva crisis agraria, que aún subsiste. Todas estas crisis obedecen, por una parte, a una causa general: se agudiza la contradicción entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de la apropiación; mas, por otra parte, cada una de ellas obedece también a causas específicas relacionadas con los importantes cambios habidos en la producción agrícola en el morco de toda la economía capitalista mundial. Así, la crisis agraria que se inicia en 1920 va unida al sensible incremento de las exportaciones de trigo a Europa realizadas por los Estados Unidos, Canadá, Argentina y Australia. Entre tanto, en los países europeos desapareció la demanda específicamente militar de productos del campo, la agricultura se restableció en Europa y supero luego el nivel alcanzado antes de la guerra.

El resultado fue que la producción agrícola mundial superó la demanda solvente, y el mundo capitalista quedó de nuevo sumido en una crisis agraria. Durante la crisis, los capitalistas que toman tierras en arriendo, procurando que el peso de la renta recaiga sobre los trabajadores, disminuyen el salario a los obreros agrícolas, y en parte pagan la renta a costo de reducir el capital invertido en la agricultura; de este modo se hace difícil renovar el capital fijo y salir de la crisis agraria, lo cual, a su vez, determina su extraordinaria duración. Durante la crisis, los campesinos pequeños y medios, en su esfuerzo por evitar la ruina y mantenerse en sus tierras intensificando hasta un grado extremo su propio trabajo, aumentan la producción de artículos que ya no se venden, con lo cual se hace más difícil aun superar la crisis, y muchos campesinos se arruinan, se les priva de su propiedad y de medios de vida.
Después de la segunda guerra mundial, se ha intensificado particularmente el capitalismo en la agricultura mediante el empleo de maquinaria y productos químicos, con lo cual la producción se sigue concentrando, se arruinan en masa y desaparecen las haciendas pequeñas y medias. Sin embargo, ni siquiera este fenómeno puede atenuar la crisis agraria y menos aún superarla. Sólo es posible acabar con las crisis agrarias si se liquida el sistema de las relaciones capitalistas de producción.

Las crisis  económicas periódicas y la agudización de las contradicciones del capitalismo

Las crisis económicas, explosión violenta de todas las contradicciones del modo capitalista de producción, vienen indefectiblemente a ahondar y agudizar todavía más estas contradicciones.

Ordinariamente, las crisis capitalistas de superproducción tienen un carácter general. Comienzan en una rama cualquiera de producción y se extienden rápidamente a toda la economía nacional. Surgen en uno o varios países y se hacen extensivas luego a todo el mundo capitalista.

Toda crisis acarrea una reducción brusca de la producción, el descenso de los precios al por mayor de las mercancías y de la cotización de las acciones en bolsa y la disminución del volumen del comercio interior y exterior.

En toda crisis, el volumen de producción desciende al nivel de algunos años atrás. Durante las crisis del siglo XIX, el nivel de la vida económica de los países capitalistas se retrotraía de 3 a 5 años; en el siglo XX, el salto atrás es de decenas de años.

Las crisis económicas ponen claramente de manifiesto el carácter rapaz del capitalismo. En todas ellas, mientras millones de seres se ven condenados a la miseria y al hambre, se destruyen masas inmensas de mercancías que no encuentran salida: trigo, patatas, leche, ganado, algodón. Dejan de funcionar o se convierten en chatarra fábricas enteras, astilleros, altos hornos; se destruyen sementeras de cereales y de cultivos industriales; se talan las plantaciones de árboles

Las crisis traen consigo incontables calamidades para la clase obrera, las grandes masas campesinas y todos los trabajadores. Provocan desempleo en masa, que condenan a ciento de millones de personas a inacción forzosa, a la miseria y al hambre. Los capitalistas se aprovechan del desempleo para reforzar por todos los medios la explotación de la clase obrera y hacer descender verticalmente el nivel de vida de los trabajadores.

Las crisis vienen a agudizar en grado extraordinario la inseguridad de vida de los trabajadores, su miedo al mañana. A fuerza de años de no trabajar, los proletarios pierden sus conocimientos profesionales: cuando la crisis termina, muchos de ellos no pueden ya reintegrarse a la producción. Empeoran hasta el último extremo las condiciones de vivienda a que se ven sometidos los trabajadores; aumenta el número de las gentes sin casa, que vagan por el país en busca de limosnas. En los años de crisis crece extraordinariamente el número de suicidios de los seres empujados a la desesperación, se extiende la mendicidad y el crimen.

Las crisis traen consigo la agudización de las contradicciones de clase entre el proletariado y la burguesía, entre las grandes masas campesinas y sus explotadores, los terratenientes, los usureros y los campesinos ricos. La crisis priva a la clase obrera de muchas de las conquistas arrancadas en larga y dura lucha contra los explotadores y el Estado burgués. Esto señala a los obreros que el único camino por el que pueden librarse del hambre y la miseria es el derrocamiento del poder de la burguesía, la destrucción de la esclavitud asalariada capitalista. Las más extensas masas del proletariado, condenadas por la crisis a indecibles privaciones, adquieren conciencia de clase y decisión revolucionaria.

La incapacidad de la burguesía para gobernar las fuerzas productivas de la sociedad mina, en los sectores pequeñoburgueses de la población, el convencimiento de que el régimen capitalista es algo inquebrantable. Todo ello se traduce en la agudización de la lucha de clases dentro de la sociedad capitalista.

En los tiempos de crisis, el Estado burgués acude en ayuda de los capitalistas mediante subsidios en dinero, que en definitiva pagan las masas trabajadoras. El Estado, valiéndose de su aparato de violencia y de coerción, ayuda a los capitalistas a mantener la ofensiva contra el nivel de vida de la clase obrera y los campesinos. Todo ello refuerza la depauperación de las masas trabajadoras. Al mismo tiempo, las crisis ponen de manifiesto la total incapacidad del Estado burgués para refrenar con ninguna clase de medidas la acción de las leyes espontáneas del capitalismo. En los países capitalistas no es el Estado el que gobierna la economía, sino que, por el contrario, El propio Estado se halla bajo el poder de la economía capitalista, sometido al gran capital.

     Las crisis son el más palpable exponente de que las fuerzas productivas creadas por el capitalismo han rebasado los marcos de las relaciones burguesas de producción, por lo que estas últimas se convierten en un freno para el desarrollo ulterior de las fuerzas productivas.

   “La crisis muestra que la sociedad moderna podría producir una cantidad incomparablemente mayor de productos destinados a elevar el nivel de vida de todo el pueblo trabajador, si la tierra, las fábricas, las máquinas, etc., no estuvieran usurpadas por un puñado de propietarios privados, que amasan millones a costa de la miseria del pueblo” (Lenin). Cada crisis acerca el hundimiento del modo capitalista de producción.




Referencias Bibliográficas


Ø  Modo de Producción Capitalista (en línea), Consulta: 31 mar. 17. , Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Modo_de_producci%C3%B3n_capitalista

Ø  Producción Mercantil (en línea), Diccionario de economía política, Consulta: 31 mar. 17., Disponible en: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/p/produccionm.htm

Ø  Mercancía (en línea), Diccionario de economía política, Consulta: 31 mar. 17., Disponible en: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/m/mercancia.htm

Ø  Trabajo bifacético (en línea), Consulta: 31 mar. 17., Disponible en:  https://es.wikipedia.org/wiki/Trabajo_bifac%C3%A9tico

Ø  Capital y Plusvalía (en línea), Torres José E, Consulta: 31 mar. 17., Disponible en: http://www.salacela.net/pdf/11_12/articulo5.pdf

Ø  Salario, En El Capitalismo (en línea),  Diccionario de economía política, Consulta: 31 mar. 17., Disponible en:  http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/s/salarioc.htm